jueves, 31 de diciembre de 2020

Muy agradesido

Así me siento, a ritmo de bolero, muy agradesido por este año 2020. Este año me he sentido muy querido, mucho más que nunca: lo he palpado, es escalofriante recordarlo. Me ayuda a verlo así el no poder recordar casi nada de los peores días en la UCI, solamente el cariño de enfermeros y médicos. 

2020 creo que va a ser un año clave en mi vida. Lo fueron 1981-82 (De Castrojeriz a Burgos a estudiar el Bachillerato), 1985 (a la Universidad a Valladolid), 1996 (a La Mancha de profesor de Secundaria), 2000 (a Santiago de profesor universitario), 2007 (cuarenta años y cáncer) y ahora, 2020.

Claro que tengo en la memoria, y espero que no se me olvide, el recuerdo de tantos, muchos de ellos ancianos, que han muerto solos este año. Su dolor inmenso espero que al Señor le sirva para acercarnos todos a esa parusía por la que rezamos los cristianos: que venga Jesús (come quickly, decían las monjas del poema de Hopkins) depende de la oración de los santos, entre los que están muchos de los que han muerto este año.

Entre la desolación por la situación política se hace más fácil ponerse escatológico: nos tendremos que pelear aquí por llevar a los más que podamos hasta el otro lado, todos con bien después de la galerna final, que da la sensación que se acerca.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Está implorando que le queramos

Os quiero desear a todos una muy feliz Navidad: 

¿No os conmueve contemplar a Jesucristo recién nacido, inerme, necesitado de nuestra protección y ayuda? ¿No os dais cuenta de que está implorando que le queramos? Estos pensamientos no son ilusiones bobas, (...) le agradecemos que haya decidido tomar nuestra carne, asumirla. Dios no se ha vestido de hombre: se ha encarnado. «Perfectus Deus, perfectus Homo!»

*Esto es de san Josemaría, de la Navidad de 1972 (está en «Tiempo de acción de gracias» En diálogo con el Señor: Textos de la predicación oral, Madrid, Rialp, 2017, p. 367).

miércoles, 23 de diciembre de 2020

El miedo al dolor y la eutanasia

Leí el sábado esto de san Josemaría y claro que me acordé del debate de la eutanasia, donde me parece que está de fondo el miedo cerval al dolor. Espero que os sirva para darle vueltas estas Navidades:

El alma, hijos, ha sido creada para la eternidad. Aquí estamos sólo de paso. No os hagáis ilusiones: el dolor será un compañero inseparable de viaje. Quien se empeñe únicamente en no sufrir, fracasará; y quizá no obtenga otro resultado que agudizar la amargura propia y la ajena. A nadie le gusta que la gente sufra, y es un deber de caridad esforzarse lo posible por aliviar los males del prójimo. Pero el cristiano ha de tener también el atrevimiento de afirmar que el dolor es una fuente de bendiciones, de bien, de fortaleza; que es prueba del amor de Dios; que es fuego, que nos purifica y prepara para la felicidad eterna. ¿No es ésa la señal que, para encontrar a Jesús, nos ha indicado el Ángel?: «Sírvaos de seña, que hallaréis al niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre». 

*De la Navidad de 1972: «Tiempo de acción de gracias», En diálogo con el Señor: Textos de la predicación oral, Madrid, Rialp, 2017, p. 365.

Sobre la eutanasia yo ya puse aquí hace doce años polémicas orquestadas por los de siempre sobre los cuidados paliativos, hace diez años una entrevista a un médico de cuidados paliativos que perdió una niña y de hace dos, un testimonio impresionante de una persona enferma.

martes, 22 de diciembre de 2020

La lotería de la espera

Hoy es un día apropiado para dejar aquí constancia de una perplejidad muy mía: no entiendo por qué la gente hace cola para comprar lotería. Lo vengo viendo repetidamente cada vez que paso por Porta Faxeira (entre la Rúa del Franco y la Alameda, en el sitio de una antigua puerta de la muralla): hacen cola ante el ferrocarril de juguete donde el castañero asa castañas porque están comprando recuerdos de infancia en la espera, pero es que hay gente que, a la vez y formando una serpiente paralela, está haciendo cola para comprar lotería. A esos no les entiendo: ¿tienen alguna motivo para comprarla justo en ese momento? ¿lo hacen aposta porque quieren comprar cuentos de la lechera mientras? ¿Pero es que hay que hacer cola para eso?

lunes, 21 de diciembre de 2020

Lo que me contó mi tío

Mi bisabuelo, padre de mi abuela paterna, vasco, vino de Larrabezúa: de allí fue a Miraveche y conoció a la bisabuela Ramona. Por eso mi tercer apellido es Garrastacho.

A mi abuelo paterno, Epi, lo llamaban el silanero, porque había nacido en Silanes. Toda la familia se bajó antes de la guerra a Pancorbo, por el año 1932. Mi abuelo siguió a mi bisabuelo en lo de ir vendiendo, en un carro tirado por un macho y una mula, quesos (hasta 200 kilos llevaba), fruta, caparrones y otros productos por la zona: iba en tres direcciones, a La Rioja (a Cuzcurrita, a Casalarreina, hasta Haro; miro en Google Maps y me salen nombres conocidos de por Pancorbo: Altable, Valluércanes, Foncea). También se metía por la Bureba, hasta su pueblo: a Villanueva de Teba y a Silanes. O se iba por la carretera de Bilbao hasta Espejo y a Sobrón en el Valle de Tobalina, pasando por Puentelarrá y Bergonda en Álava. Por ahí estuvo mi padre trabajando un tiempo, como contable, y ahí se hizo una buena brecha yendo por el tubo para agua del embalse hasta la central de Garoña desde el Ebro.

Todo eso me contó mi tío Juli. Me dijo también una palabra, los charramplines, los que no saben hacer nada.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Eric Rohmer - Les Métamorphoses du paysage. L'ère industrielle (1964)

Es un corto de Eric Rohmer de poco más de 20 minutos, que empieza hablando del cambio del paisaje tradicional, pero sin lamentos, cantando la belleza de este mundo humano complejo.
A mí me parece un documental precioso, pero no sé si será plato de gusto de todo el mundo. Es como un poema visual; se ve que le gusta ver las cosas, como en su cine, donde mucho parece que está ahí por casualidad pero ¡qué bien que esté todo justo donde está!
 

jueves, 17 de diciembre de 2020

Libro de música de 1º de BUP

Me encontré este libro en la mesa de libros viejos de la Facultad. Era el que teníamos en 1º de BUP. Fue lo único que estudié de música en toda mi vida. Como libro era puros textos de historia, que supongo que a mí me dejarían, en el mejor de los casos, un esquemita mínimo. Ahora es cuando me gustaría estudiar música de verdad.


La portada es mucho más llamativa que el interior, todo negro, oscuro, Es un diseño de notas raras, puestas no sé si a lo dodecafónico o qué. De eso me doy cuenta ahora, no entonces: quizá ni identiqué que eran notas.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Espirales de muerte

El gobierno asesino (lo digo en sentido literal) que padecemos va a aprobar, con el apoyo de todos los malvados que les rodean y de estúpidos como los de Ciudadanos, que se han hecho una idea simplona de lo que significa la libertad, una ley de eutanasia que es otro escalón más de la espiral descendente que es la historia española reciente.

La gestión desastrosa de las residencias de ancianos durante la pandemia, la soledad que sufrieron, la postergación en casos extremos, se remata con esta ley que dará pie a abusos mayores. Sobre el profundo error de todo ello, hay un artículo muy bueno hace unos días en El País (periódico al que honra haberlo publicado, todo sea dicho) de un grupo de expertos en cuidados paliativos y bioética, del que cito este párrafo: 

Los autores de este artículo, con el aval de la experiencia profesional acumulada tras muchos años de haber atendido a miles de pacientes, estamos convencidos, y por ello defendemos que, por supuesto, la medicina debe aliviar el sufrimiento con toda la energía posible, pero nunca debe causar ni provocar la muerte de manera intencionada. Todos nosotros compartimos la experiencia que, tras prestar una atención paliativa de calidad, la gran mayoría han revertido su petición, aceptando una muerte en paz y sin dolor, sin adelantar ni retrasar lo que es inevitable.

Esto es muestra de que algo va muy mal en España. Sin pretender ser del todo paralelístico, me ha impresionado la comparación que hace Stanley Payne en el último número de First Things desgranando la desgracia española de la Segunda República, para avisar del riesgo real y actual de disolución en muchos países (se refiere claramente a Estados Unidos, pero yo lo veo también como amenaza real para la España de 2020) de la democracia en el caos, como pasó aquí en 1936, con la cooperación de dos figuras que destaca: Niceto Alcalá-Zamora y Manuel Azaña, moderados que se dejaron llevar de sus fobias para arrinconar a buena parte de la sociedad, la más sensata, en pos de sus delirios utópicos y al final antihumanos.

martes, 15 de diciembre de 2020

Gran programa de Extremo Centro y la polémica de los intelectuales católicos

Un motivo de alegría en este 2020 es el podcast de Extremo Centro

En el programa de esta semana estaba Diego S. Garrocho, que ha saltado a la fama con un artículo que dio pie a un debate con múltiples ramificaciones sobre los intelectuales católicos. La realidad es que nadie lo había leído (esta en la barrera del Premium), solamente Miguel Ángel Quintana Paz, que fue quien hizo un artículo que sí que fue clave en la discusión. O quizá es que a mí me pasó eso. Yo leí más tarde el artículo de Garrocho y la verdad es que era muy flojo, cargado de su conciencia de superioridad moral. A él le parecía también «liviano», según dice en este podcast y le sorprendía que la gente le considerase valiente: a mí también: no hay nada de audacia, es pura confirmación del consenso socialdemócrata con un anhelo de un poquito de picante cristiano.

En este podcast se le ve incómodo todo el tiempo, yo creo que porque tiene miedo de que alguien piense que puede tener algo en común con los demás participantes, que le deben de parecer no suficientemente a la altura de sus altos ideales. Lo más gracioso es que su «propuesta» política es que «los mejores» de PSOE, Podemos, Ciudadanos y PP tengan altura de miras y se pongan de acuerdo entre ellos, así de fácil. La verdad es que me da pudor escribirlo, de lo simple que es. La pregunta estaba ahí y se la hicieron, claro, a continuación: ¿Y Vox? Y él contestó que podían unirse los de Vox ... y los de Bildu: es un genio, Diego S. Garrocho. 

Pontificó sobre defender la verdad, aunque a mí me dio la sensación de que defendía una versión post-postmoderna de la verdad, no sé. Lo único por lo que mostró entusiasmo fue por Nick Cave (le alabo el gusto), con cuya valoración fue capaz hasta de ponerse intransigente.

A mí ya me estaba hartando todo aquello, pero que luego invocara a Platón y a Aristóteles como adalides de sus ideas fue más de lo que pude soportar. Diego, muchacho, lee a Tucídides, cáete del guindo. Lee otra vez la República de Platón. No invoques la valentía en Aristóteles para proponer que los de siempre se junten para lo de siempre.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Pied beauty en la Dolonía

El canto X de la Ilíada, de autenticidad muy discutida, comienza con Agamenón inquieto, incapaz de dormir. Ahí hay un verso donde aparece el verbo palýno (παλύνω). Lo descubrí por un trabajo bastante bueno de una alumna, que comentaba un pasaje, este, en la traducción de Segalá:

Los príncipes aqueos durmieron toda la noche, vencidos por plácido sueño; mas no probó sus dulzuras el Atrida Agamenón, pastor de hombres, porque en su mente revolvía muchas cosas. Como el esposo de Hera, la de hermosa cabellera, relampaguea cuando prepara una lluvia torrencial, el granizo o una nevada que cubra los campos, o quiere abrir en alguna parte la boca inmensa de la amarga guerra; así, tan frecuentemente, se escapaban del pecho de Agamenón los suspiros, que salían de lo más hondo de su corazón, y le temblaban las entrañas. Cuando fijaba la vista en el campo teucro, pasmábanle las numerosas hogueras que ardían delante de Ilión, los sones de las flautas y zampoñas y el bullicio de la gente; mas cuando a las naves y al ejército aqueo la volvía, arrancábase furioso los cabellos, alzando los ojos á Zeus que mora en lo alto, y su generoso corazón lanzaba grandes gemidos. 

Al dejar esos versos así, como formando una unidad, lo que me llamó la atención fue el paralelo que se creaba entre las luces de las hogueras que ve Agamenón en el campo troyano y la comparación que hace antes Homero de cuando Zeus hace nevar: νιφετόν, ὅτε πέρ τε χιὼν ἐπάλυνεν ἀρούρας (10.7), donde el verbo παλύνω, que significa esparcir, espolvorear, salpicar hace que haya que traducir así: la nieve espolvoreaba los campos.

Eso es lo que me hizo indagar mi alumna, ella que solamente había visto una traducción donde ponían salpicar: que el verbo significa espolvorear harina, porque puede venir de la palabra para harina fina, πάλη: es como si el mundo fuera un Belén. De un lado, los campos con nieve, que Homero compara a los numerosos suspiros de Agamenón, de otro, las hogueras que pululan en el campo troyano, frente a él.

viernes, 11 de diciembre de 2020

El humor que realmente me gusta

Ayer decía que me había sorprendido positivamente una película de alguien que no me esperaba, pero el humor que realmente me gusta, el que me deja con la boca abierta, el que me sirve para presumir además, es por ejemplo el de Stewart Lee, que es de mi edad, que parece estar de vuelta de casi todo y que explora hasta extremos increíbles la metacomedia, el darle vueltas infinitas a qué es comedia: es la suya una comedia autoconsciente, para eruditos. Me temo que no gustará al 99% de la gente; así de triste es ser hipster a mi edad.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Del humor que me gusta

Si en este blog pongo música tirando a rara, por ejemplo de Yo la tengo o Fontaines D. C., luego se me hace un poco cuesta arribar hablar de una comedia taquillera que me gustó, pero el hecho es que el sábado vimos Padre no hay más que uno (y para colmo la segunda parte), y resulta que en conjunto me pareció muy bien.

Tengo que recurrir a tapujos autobiográficos para justificarme: el segundo año que di clase de secundaria tuvo que «impartir» la asignatura «alternativa a la religión», cuyo contenido era el ejemplo más perfecto de la teoría de conjuntos, en concreto del conjunto vacío; quiero decir que su único sentido era tener vigilados a los que no habían elegido (o no les habían elegido sus padres, pero creo que no había ninguno así) la asignatura de religión. Yo, ingenuo, pensé que podía dedicar las clases a promover la lectura, a mejorar la redacción: me encontré la hostilidad que subió a insurrección de las joyas que se habían matriculado en la asignatura, que no eran ateos ni agnósticos, sino partidarios, como en años anteriores, de dedicar el tiempo a ver películas. Me dijeron que querían ver cosas como Torrente y yo me horroricé. Acabé cediendo: vimos películas, pero de las que me gustaban a mí. Recuerdo que les puse Pelle el conquistador, una oscurísima película nórdica, con la que pasmosamente engancharon, porque el protagonista era un niño.

Pues bien, veinte años después me alegro un montón de que Santiago Segura haya hecho una comedia familiar para todos los públicos y además sin tentaciones de caer en lo políticamente correcto, protagonizada por una familia de seis hijos y con un humor que entronca con el de La gran familia. Qué bien ver que es posible encontrar en el cine español a alguien que se sale del coro nihilista que ha oscurecido la vida en los últimos cincuenta años. No llega a obra maestra ni de lejos, pero se ve con gusto: es uno de los pocos signos de algo positivo en el mundo audiviosual español que recuerde de estos últimos oscurísimos meses.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

El talón de Aquiles

Pregunté en un examen por el juramento por la laguna Estigia en Hesíodo y algunos alumnos me hablaban de que su agua te vuelve inmortal y yo pensé, ¿pero de dónde sacan esto, de un videojuego? Me puse a mirar y llegué a un artículo de Jonathan Burgess, Achilles' Heel: The Death of Achilles in Ancient Myth. Ahí explica lo que ya sabía, que lo de bañar a Aquiles para hacerlo inmortal aparece por primera vez en el siglo I d. C., en un poema de Estacio, la Aquileida, pero de una manera tan alusiva (solo se entiende con ayuda de comentarios contemporáneos o posteriores), que hay que pensar que la historia sea anterior, quizá de época helenística. No recordaba yo lo de lavarlo en el agua de Estigia, pero eso y lo del talón es algo que a todo el mundo le gusta recordar. La pena, para mis alumnos al menos, es que no aparece ni en Homero ni en Hesíodo. 

Que Aquiles moría eso sí que está meridianamente claro, por una flecha que dispara Paris. Hay representaciones donde aparece con una flecha en el tobillo y quizá la clave es que esa flecha lo inmovilizó y permitió su muerte por otra flecha o quizá, aventuran otros, porque la flecha tenía veneno. Se entiende que de ahí surgiese lo del talón como elemento clave, puesto en relación con lo del baño en el río, curiosamente quizá, en una teoría que recoge Burgess, por influencia del bautismo cristiano: lo que se estaba cociendo durante siglos sobre la invulnerabilidad de Aquiles (por la excelencia divina de su armadura sobre todo y su fuerza sobrehumana y ser hijo de una diosa), que se tiene que concordar con el dato incontestable de su muerte, se acabaría concretando en un baño en el agua (como el del bautismo) que por el talón no acaba siendo completo.

Ahora ya podré contar en clase todo esto con más detalle, porque antes me limitaba a decir que lo del talón «es de los romanos», con un tonillo un poco condescendiente, y recordando que es de mil años después de Homero.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Heñir

El otro día me puse a hablar otra vez más (porque ya lo había mencionado aquí hace unos cuantos años) de la familia léxica que está en el latín figulus, ceramista, y en fictio, el modelado y de ahí la ficción, y alguien me dejó en un comentario una palabra del léxico patrimonial castellano que se deriva directamente del verbo de esa familia, fingere: heñir, nada menos (el cultismo es fingir, claro, del verbo fingere, con una ene metida en medio de la raíz fig-). 

Llevo unos días como un niño con zapatos nuevos con el verbo heñir. El sábado lo usé tres o cuatro veces, y eso que todavía no había visto que hay hasta un refrán, hay mucho que heñir, que significa: para concluir algo todavía se necesita trabajar mucho en ello. En catalán existe fènyer, que es eso mismo, trabajar la masa del pan. En gallego hay que conformarse con la mesa para eso, la finxideira, que presupone que finxir significó también lo mismo que heñir.

En un increíble plot twist, resulta que la palabra emparentada etimológicamente en el inglés con esto es: dough, nada menos. Así que fingir y donut (doughnut) son de la misma familia, qué vueltas da la vida.

Pregunté a un amigo cuyo padre es panadero y me contó que, hechas las consultas oportunas, sus padres le dijeron que heñir es juntar la masa madre con la harina y los ingredientes correspondientes. Y de regalo, que se usa también para explicar cómo se trenzaban las ramas de una cesta en su unión.

Por redondear, la idea de falsedad en que acaba fingir llega del francés al inglés feign, que significa justo eso, aparentar). 

Además me he encontrado una frase muy buena de Varrón (De lingua latina 6.78): Ut fictor cum dicit fingo, figuram imponit... (como el que modela (=fictor) cuando dice yo modelo (=fingo) lo que hace es imponer una figura...). Ahora pensad en las expresión pintura figurativa arquitecturas fingidas.

Así que podría hacer una frase así: El actor hizo como que heñía en la finxideira la masa de donut cuando en realidad no era un fingidor. 

O esta variante del título de un gran poema: El lector es un heñidor.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Yo La Tengo: NPR Music Tiny Desk Concert From The Archives

No sé si lo vi entonces, pero han puesto ahora en youtube esta actuación de Yo la tengo, mítico grupo, band of the music nerds los llaman. A mí, que tengo pujos elitistas en música, sobre todo dentro de la más indie, he de decir que siempre me han gustado mucho. De este miniconcierto, sobre todo las dos primeras canciones:

jueves, 3 de diciembre de 2020

Fontaines D.C. - I Don't Belong (Official video)

A Fontaines D. C, los seguía con interés, pero sin que me hubiesen convencido del todo hasta ahora. Esta canción sí que me gusta mucho, me recuerda la música british de los 80 y los 90, no sé. Es un poco shoegaze, pero no. Son irlandeses, pero sin esas tontás folkies que tienden a poner los irlandeses, tan previsibles en lo nacionalista (sí, aquí estoy haciendo una puyita a U2, a los que tengo vetados, esos campeones de lo políticamente correcto, con un pie en lo católico y otro en la defensa del aborto):

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Cómo se relaciona Odiseo con las diosas, según mis alumnos

Se podría hacer un análisis del reflejo del cambio en la sociedad a partir de las respuestas de los exámenes, por ejemplo cuando empecé a ver mencionado a Edipo no como hijo, sino como "hijo biológico" de Layo. Ya se había consagrado así la idea de que lo primario no es la paternidad física, sino la intencionalidad.

En un examen que hice sobre la Odisea me encontré, en una pregunta sobre Ulises y las diosas Calipso y Circe, donde lo que me importaba más era la cuestión del rechazo de la inmortalidad por su parte, que varios decían que ellos "mantienen" o "tienen" una "relación" (las comillas son mías). Alguien hablaba de la propuesta de Calipso a Ulises de "mantener un compromiso con ella". Incluso que a Ulises se le "insinúan" varias diosas con el "fin de que fuesen su esposa". O que Ulises tuvo "varios romances". Hasta alguien llegó a decir que con Circe tiene Ulises "una relación casual". Le dio un tono sicalíptico quien explicaba que cuando Calipso deja marchar a Ulises "tienen un final feliz donde se despiden de una manera muy caliente y dan rienda suelta a la pasión". Con otro tono, alguien explicaba que entre Ulises y las diosas había "una dinámica de poder dispareja" y otra persona definía a las diosas como "depredadoras sexuales".

Yo con esto podría certificar la fragmentación de las relaciones sentimentales y hasta presentarme al concurso de introducción de perspectiva de género en la docencia, pero para qué molestarme.

Otra alumna me dice que en el palacio de Ulises los pretendientes "se jartaban de comer", con jota. Y estamos en Galicia, eh.

martes, 1 de diciembre de 2020

Fictor noster

En el primer domingo de Adviento se leía, claro, a Isaías. Ahí estaba este versículo: 

Et nunc, Domine, pater noster es tu, nos vero lutum; et fictor noster tu et opera manuum tuarum omnes nos (64. 8).

Y ahora, Señor, Tú eres nuestro Padre, nosotros barro; nuestro alfarero eres Tú, y obras de tus manos todos nosotros.

Alfarero es en latín el fictor (el figulus también). De ahí viene la palabra ficción: somos ficción de Dios y nada más lejos de mí que caer en ese tipo de frases de algunos que juegan a juguetear con que, en cuanto ficción, no seríamos reales. Ya lo he dicho más veces aquí, la ficción es literalmente el modelado; no tiene que ver primeramente con lo falso, sino con el hecho de ser creados. Primeramente eso que sale de las manos del alfarero es, existe, es real; luego será de un modo u otro. Nosotros somos arcilla modelada, vasos* hechos por el alfarero divino, el fictor. Nos ha hecho con sus manos, pero somos no un objeto (ahi está el chiste, donde la imagen ya no funciona), sino sus hijos, porque el artesano es nuestro Padre. 

El Hijo del Padre es Jesús, que hace con sus hermanos ficción, en el sentido más literal de modelar con sus palabras personajes en las parábolas: ese es otro universo fascinante, que intuyo que ilumina la cuestión de la ficción literaria y su verdad: la mujer que pierde la dracma, el buen samaritano, el hijo pródigo, el hermano mayor del hijo pródigo somos nosotros contados a nosotros mismos por nuestro hermano mayor, que lo que nos muestra es que nos damos un aire a nuestro Padre Dios en nuestro parecido con Él, Jesús: la ficción es la verdad de la mímesis, del parecerse.


*Lo dice san Pablo en 2 Co 4.7: que llevamos el tesoro (a Cristo) en vasos de barro (vasis fictilibus). Y también 2 Tim 2.20-21.