Ayer decía que me había sorprendido positivamente una película de alguien que no me esperaba, pero el humor que realmente me gusta, el que me deja con la boca abierta, el que me sirve para presumir además, es por ejemplo el de Stewart Lee, que es de mi edad, que parece estar de vuelta de casi todo y que explora hasta extremos increíbles la metacomedia, el darle vueltas infinitas a qué es comedia: es la suya una comedia autoconsciente, para eruditos. Me temo que no gustará al 99% de la gente; así de triste es ser hipster a mi edad.
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