jueves, 10 de diciembre de 2020

Del humor que me gusta

Si en este blog pongo música tirando a rara, por ejemplo de Yo la tengo o Fontaines D. C., luego se me hace un poco cuesta arribar hablar de una comedia taquillera que me gustó, pero el hecho es que el sábado vimos Padre no hay más que uno (y para colmo la segunda parte), y resulta que en conjunto me pareció muy bien.

Tengo que recurrir a tapujos autobiográficos para justificarme: el segundo año que di clase de secundaria tuvo que «impartir» la asignatura «alternativa a la religión», cuyo contenido era el ejemplo más perfecto de la teoría de conjuntos, en concreto del conjunto vacío; quiero decir que su único sentido era tener vigilados a los que no habían elegido (o no les habían elegido sus padres, pero creo que no había ninguno así) la asignatura de religión. Yo, ingenuo, pensé que podía dedicar las clases a promover la lectura, a mejorar la redacción: me encontré la hostilidad que subió a insurrección de las joyas que se habían matriculado en la asignatura, que no eran ateos ni agnósticos, sino partidarios, como en años anteriores, de dedicar el tiempo a ver películas. Me dijeron que querían ver cosas como Torrente y yo me horroricé. Acabé cediendo: vimos películas, pero de las que me gustaban a mí. Recuerdo que les puse Pelle el conquistador, una oscurísima película nórdica, con la que pasmosamente engancharon, porque el protagonista era un niño.

Pues bien, veinte años después me alegro un montón de que Santiago Segura haya hecho una comedia familiar para todos los públicos y además sin tentaciones de caer en lo políticamente correcto, protagonizada por una familia de seis hijos y con un humor que entronca con el de La gran familia. Qué bien ver que es posible encontrar en el cine español a alguien que se sale del coro nihilista que ha oscurecido la vida en los últimos cincuenta años. No llega a obra maestra ni de lejos, pero se ve con gusto: es uno de los pocos signos de algo positivo en el mundo audiviosual español que recuerde de estos últimos oscurísimos meses.

4 comentarios:

  1. A mí me gustó también "Padre no hay más que uno", y estoy de acuerdo con lo que dices. La onda de Segura es otra, muy libre y humanista. Otro ejemplo es otra película suya, "Sin rodeos", de 2018. La segunda parte de "Padre..." no le salió tan bien, es más acartonada.

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    1. Sí, he visto que la primera la elogian más: yo no la vi entonces. Y me quedo con lo de "Sin rodeos".

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  2. Con mis alumnos mayores ponía, a veces, fragmentos de Les Luthiers, que seguro conoces. Más fáciles de entender que este, pero me gustan porque mezclan de manera inteligente literatura, música, referencias a muchas cosas... en fin. En este el latín también sale. El presentador murió hace poco, yo los vi, mira lo que son las cosas, en Huesca, una ciudad pequeña. Después de haberlos escuchado tantas veces en disco me gustaron mucho. Algunas partes de su humor hoy no sería correctamente visto.

    https://youtu.be/idhwAxAv8wo

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    1. Les Luthiers siempre me han gustado un montón. Son muy buenos

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