En octubre de 2020 me fijaba en los nombres curiosos que tiene la comadreja.
A lo largo del mes iba repasando el relato de la peste de Tucídides, comenzando por aquí. Seguía con el recorrido de llegada de la peste. Luego con los síntomas de la enfermedad. Y con más síntomas todavía, tremendos. Y cómo afectaba a los animales. Y sobre los efectos psicológicos de la enfermedad y sobre el desánimo. Luego sobre los que ayudaban a otros en la enfermedad y lo que les pasaba. Además, el amontonamiento de cadáveres y el descuido de las honras fúnebres. Metido en noviembre, continuaba con la destrucción del orden previo y el hedonismo que se desata en medio del desastre. Acababa con cómo se manipulaba la historia respecto a hechos del pasado.
También comentaba la epifanía de Pan contada por Heródoto.
Recogía un artículo mío sobre el arte en la obra de José Jiménez Lozano.
Empezaba a leer a Pavel Florenski.
Me entusiasmaba con un documental sobre animales.
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