Tenía esta mañana a última hora consulta con el doctor Cabezas; hace diez días me habían dado los resultados de la gammagrafía: todo bien, me había dicho con una sonrisa la doctora Tubull (creo que se llama así; otras veces estaba con el doctor Rey, que un día me hizo una demostración de cómo sabía escribir al revés), a mí que había estado temblando de miedo a la puerta de su consulta en el servicio de medicina nuclear hasta un minuto antes, por si todo se torcía y el cáncer de tiroides resurgía de sus cenizas. Y hoy el doctor Cabezas, que tira más a amarrón que a optimista -y se lo agradezco- me ha confirmado que todo va bien; habrá revisiones futuras, pero va todo bien; tendré que hacer deporte o andar o hacer algo -he ancheado mucho-, pero todo va bien.
Y es momento de acordarse también con agradecimiento del doctor Iglesias Losada, que me echó una bronca hace ya más de año y medio por no haber ido a consulta por aquel bultillo del cuello; de la doctora Míguez, que me dijo con serenidad y fortaleza que tenía cáncer de tiroides pero que no tuviera miedo -¡y qué bien me lo dijo; en ninguna película lo saben decir tan bien!-; del doctor Puñal, que me operó dos veces, y del doctor Paredes, que me animó tanto. De todos los que trabajan en el Clínico Universitario de Santiago ¡grandísimos profesionales, grandes personas!; y de los médicos y trabajadores de la Clínica Universitaria de Navarra, cuando fui a una consulta para pedir una segunda opinión.
Y del cariño que me ha rodeado en este año y medio de miedos, mal humor, cansancio y un poquito de dolor -pero nada comparable con tantos que sufren tanto-: mi madre, mis hermanas, toda mi familia, los que vivían conmigo en la Estila, los que están conmigo ahora, mis amigos, vosotros.
Y ahora Ecco il sole, ch' esce dal mare, / e più chiaro che non suole, / smalta i prati, colli indora. Ma chi sa che di quel Sole, / ch' oggi in vita ha da tornare, /questo sol non sia l'aurora.
Qué contento estoy, queridos amigos míos. Y qué alegría poder contároslo aquí.
[Background: primeras pruebas, primera operación, lo cuento de miedo, segunda operación, el yodo radioactivo, la penúltima gammagrafía]
[Background: primeras pruebas, primera operación, lo cuento de miedo, segunda operación, el yodo radioactivo, la penúltima gammagrafía]
Me alegro mucho. ¡Felicidades!
ResponderEliminarYo también me alegro mucho; y no sé de qué me quejo.
ResponderEliminarQué apellido para cirujano: Puñal. Pero se ve que tuvo buena mano y un pulso firme, de lo cual nos alegramos nosotros tanto.
ResponderEliminarYo también me alegro y me uno a tu alegría. Por cierto qué ocurrencias saca siempre el Sr. G-Máiquez a los sucesos, muy acertado eso de "Puñal" para el cirujano.
ResponderEliminarSaludos desde La Mancha.
AMC
¡Viva!
ResponderEliminarMira que me lo olí en la alegría del 2 de octubre, pero como no decías ni mu...
Tiene razón Enrique, ¿cómo era aquello de "...rechiquetita pero bien dada"?
Lo celebramos contigo y con Ecco il sole. Qué bonito, qué bien todo.
¡Qué grande eres, Ángel!¡Enhorabuena!
ResponderEliminarPues quiero darle la mano en silencio. Y nada más.
ResponderEliminarUn abrazo, Ángel, yo también me alegro mucho, de corazón.
ResponderEliminarAhora que está de moda eso de ir corriendo por los museos en plan performance puedes aprovechar y recorrer el CGAC trotando... XD
ResponderEliminarEnhorabuena
Compartimos tu alegría. Felicidades de corazón. Un beso
ResponderEliminarMe alegro mucho, Ángel. Un abrazo.
ResponderEliminarTu alegría nos llega desde tus palabras, que se nota que son sinceras, así que en tu alegría nos regocijamos.
ResponderEliminarMi enhorabuena, y me uno en los agradecimientos al cuerpo médico y a cuantos han estado a tu lado.
Un abrazo muy fuerte.
Un abrazote!!! Yo si que estoy contento de verte otra vez con alegria y optimismo sencillos. Te imagino sonrojado mirandote las puntas de los pies y sonriendo por lo bajini...jajajaja.
ResponderEliminarMe alegra saberlo. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminar¡Qué bien, Ángel! Me uno al alborozado coro
ResponderEliminarBien!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe alegro mucho Ángel... y aunque nos hemos visto poco me he acordado de eso.
Bueno... si te animas a hacer deporte, cuentanos la experiencia que puede que a mi también me ayude a desanchear :).
Enhorabuena de nuevo!!!!
Como sólo nos conocemos por los ecos de la blogosfera, no sabía nada de la enfermedad. Pero ahora que leo estos párrafos de alivio y alegría, me ha entrado también a mí una alegría enorme por saber que lo has pasado mal y lo has superado. Enhorabuena, echa a andar (un buen paseo por Irati, cuando puedas) y un abrazo.
ResponderEliminarHe pensado lo mismo que Enrique. Y me alegro igual que todos. Enhorabuena.
ResponderEliminarIrati a lo mejor te queda lejos, pero puedes venirte a Coruña que tiene mucho por donde pasear. Abrazo enorme y muchas gracias. Por cierto, qué envidia de tus crónicas de Bratislava: cuántas cosas que yo no vi!
ResponderEliminar¡Felicidades! :-D
ResponderEliminarYa parece que llego tarde, con tantos comentarios antes...
Atrasado, pero me alegro mucho de que todo haya salido tan bien. :)
ResponderEliminarCuánto, cuánto me alegro, ARP.
ResponderEliminar¡Compartimos la alegría!
ResponderEliminarA propósito, que fortuna encontrar una doctora como esa que mencionas que además de buena doctora sepa hablar humanamente.
(Y medio en broma... ¡Qué miedo me daría operarme con un doctor llamado Puñal! Si por lo menos se llamara bisturí).
Ops, ya lo ha dicho Enrique...
Bueno, nuevamente te digo que nos alegramos por vos.
Aunque llego un poco tarde, como Antón, no sabes cómo me alegro, Angel. Me uno a las felicitaciones y a la alegría de los demás. Las alegrías de mis amigos son las mías también. Es un notición y espero que tengamos ocasión de celebrarlo!!! Muchos besos. Verónica.
ResponderEliminarYo sí que llego tarde, pero me alegro un montón desde Pucela, después de tantos años atrás.
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