Yo, como amo lo pagano (pero no lo paganizante) y lo cristiano, me he llevado hoy un (otro) alegrón al acabar el capítulo de Pimpollo de De los nombres de Cristo y encontrarme la Aurora, pero la bíblica, que resulta que es María [como otras veces, copio el texto de aquí y lo corrijo mirando la edición de San José Lera; y aparte pongo en negrita lo que me llama más la atención]:
Y aquí tenéis un antecedente claro del villancico caído se le ha un clavel / hoy a la Aurora del seno.«En resplandores de santidad del vientre y del aurora, contigo el rocío de tu nacimiento» [Sal. 109.3]. En las cuales palabras, y no por una dellas, sino casi por todas, se dice y se descubre este misterio que digo. Porque lo primero, cierto es que habla en este Salmo con Cristo el Profeta. Y lo segundo, también es manifiesto que habla en este verso de su concepción y nacimiento, y las palabras «vientre» y «nacimiento», que, según la propiedad original, también se puede llamar «generación», lo demuestran abiertamente.
(...)Lo que luego se sigue de «aurora» y de «rocío», por galana manera declara lo mismo. Porque es una comparación encubierta, que, si la descubrimos, sonará así: en el vientre -conviene a saber, de tu madre-, serás engendrado como en la aurora, esto es, como lo que en aquella sazón de tiempo se engendra en el campo con sólo el rocío, que entonces desciende del cielo, y no con riego ni con sudor humano. Y últimamente, para decirlo del todo, añadió: «conmigo el rocío de tu nacimiento.» Que porque había comparado al aurora el vientre de la madre, y porque en el aurora cae el rocío con que se fecunda la tierra, prosiguiendo en su semejanza, a la virtud de la generación llamóla rocío también.
El comentario me ha evocado un aria bellísima, posiblemente una la más hermosas dedicadas a la Aurora: "Ecco il sole ch'esce dal mare" del oratorio "La Resurrezione" de Händel. Curiosamente, a pesar del contexto religioso y de que el personaje que interpreta la pieza es San Juan Evangelista, en la canción no se establece relación alguna entre la Aurora y María y acaba resolviendose en una prosaica paradoja de circunstancias. Pido, por tanto, perdón por la impertinencia de mi intervención, que nada aporta al comentario de Ángel, pero ya que estoy aprovecho para recomendar la escucha del aria mencionada (se encuentra simplemente tecleando el título en Google)
ResponderEliminarVoy a apuntarme el aria de Haendel. Qué nivel hay aquí. Gracias Ángel por ir comentando las cosas De los nombres porque a veces voy leyendo y no me doy ni cuenta. Me gustó mucho la introducción de Fray Luis. Un abrazo
ResponderEliminarLo que sí se ha visto siempre como un anuncio de María, relacionándola con la aurora, es el "¿Quién es ésta que surge como la aurora, bella como la luna, esplendorosa como el sol..." del Cantar de los Cantares ("Quae est ista quae progeditur quasi aurora consurgens, pulchra ut luna, electa ut sol..."). Seguro que Fray Luis lo comenta en la Explanatio, pero no la tengo y no la encuentro en la red. Sobre el "Quae est ista" también hay muchas composiciones musicales, de Scarlatti, de Palestrina, y de algún otro que no recuerdo.
ResponderEliminarOtra cosa sobre la Aurora pagana y el rocío, que a mí al menos me impresionó cuando me la encontré (un día que buscaba una cita en Las Metamorfosis, sobre lo del azafrán y el carro, para venir aquí a fardar un poco), porque me pareció una prefiguración pasmosa de la Virgen:
¿Te has fijado que el rocío son las lágrimas de la Aurora por la muerte de su hijo Memnón?: "...Una angustia más íntima, un duelo doméstico la oprime, la pérdida de Memnón, a quien en los campos frigios había visto su dorada madre sucumbiendo bajo la pica de Aquiles; lo vio, y ese color que enrojece los momentos matinales palideció y quedó el cielo oculto en tinieblas..." (vidit, et ille color, quo matutina rubescunt tempora, palluerat, latuitque in nubibus aether). Está en el Lib.XIII.579-84. Y es también impresionante el 622: "...y aún ahora sigue derramando piadosas lágrimas y destila su rocío en el orbe entero" (piasque nunc quoque dat lacrimas et toto rorat in orbe).
Y de ahí, al rocío que fecunda, y al rocío que es la gracia, y a las lágrimas de la Virgen mediadora de todas las gracias, y a la Virgen del Rocío con su blanca paloma...
P.S. Esta vez no te he buscado las citas para fardar, ¿eh? Van de regalo por los frayluises, sobre todo por ése tan alegre y tan señalizado.
muy interesante, mucho más para las que nos llamamos Aurora
ResponderEliminarQué suerte tengo con este blog: ¡los mejores comentarios de la blogosfera!
ResponderEliminarY el oratorio de Haendel lo tenéis aquí: "Ecco il sol, ch'esce dal mare"
¡Y es maravilloso ese "Ecco il sole"!; tenéis que oírlo, llevo un rato dándole al 'replay' y no puedo dejarlo.
ResponderEliminarHombre, de hecho lo de "Renacimiento" no deja de ser un invento paganizante. Por eso los muy tradicionalistas gustan también de decir que aquí no hubo renacimiento.
ResponderEliminarPara el texto "Quae est ista..." que cita Carlos (?), no dejéis de escuchar la música que le puso Monteverdi dentro su "Vespro della beata Vergine", cantada por un tenor y su eco. Pasmaréis. Recomiendo la primera versión de Gardiner, con Michael Landgridge y Robert Tear (sé que no es la más recomendada pero a mi me parece sublime).
ResponderEliminarBuen punto, Jesús. Podríamos dejarlo en 'Renacimiento de las letras de la antigüedad' (incluido el Nuevo Testamento griego y los Padres de la Iglesia en primerísimo lugar: basta recordar qué autores y obras publicó Erasmo de Rotterdam, concretamente esos) y echarle la culpa a gente como Burckhardt.
ResponderEliminarChema, cb es Cristina (y habrás visto su sabiduría y buen gusto admirables). El Vespro lo oí en la Catedral hace no mucho y qué cafre era entonces
: me releo y me asusto de mí mismo.
Pues perdón a Cristina, por confundirla con Carlos. Pero es que, aparte de la sigla del nombre, en su comentario (muy bueno, por cierto) concurrían un par de temas que me indujeron al piscinazo.
ResponderEliminarQué Blog más acogedor. Así da gusto.
ResponderEliminarNo hay nada que perdonar, Chema, suele pasar. Sí que es mosqueante que no se me note la femineidad en la escritura, cuando estoy tan convencida de que las almas tienen sexo. Mira que si es que no...
Lo mejor va a ser cederle las iniciales a la hamburguesa del MacDonald -que desde aquella entrada de Ángel sobre la CBO, con foto grasosa incluída, no me veo nada elegante- y poner el nombre.
Estoy deseando llegar a casa para oír el "Ecco il sole..." y buscar el "Quae est ista" de Monteverdi-Gardiner, que desde el curre no puedo (y menos mal).