miércoles, 29 de diciembre de 2010

Las Armas y las letras

Me releí ya hace unas semanas la nueva edición -y qué labor editorial exquisita ahora- de Las armas y las letras de Andrés Trapiello: y hay páginas maravillosamente escritas, como sólo Trapiello puede escribir.
En cambio no me convenció su planteamiento programático. Y luego me sorprende la alabanza generalizada que hace a los escritores en gallego, hasta a Otero Pedrayo, que ya no lo lee nadie. Yo le hice caso con Risco y me llevé un chasco: eleva a los cuernos de la luna Mitteleuropa, que se me cayó de las manos, o el Libro de las horas, que si somos benévolos no pasa de ser un libro normalito.
En cambio a Julio Camba lo despacha con unas frases injustas. Ya, era un epicúreo y en Haciendo de república mostró las vergüenzas del régimen, e hizo bien: no todo tiene que ser un Cuéntame. El hecho es que es un gran libro. Por cierto que Mainer en su volumen reciente de su Historia de la literatura le clava a Camba la etiqueta de 'humorista' y con eso lo despacha: pues vaya.
Por suerte, gracias a Trapiello he leído a autores que me han gustado mucho: Manuel Chaves Nogales especialmente, pero también Carlos Morla Lynch. De este me acabo de leer ahora sus Informes diplomáticos y sus Diarios de la Guerra Civil, absolutamente admirables: qué personaje, qué categoría humana, qué valentía, qué injustamente le trataron al acabar la guerra, cuando él había conseguido salvar como diplomático chileno a 2000 refugiados en Madrid. En esos informes se ve también que el régimen republicano durante la guerra era un cadáver con patas: menuda legitimidad (salvo por algunas figuras aisladas: Besteiro, Casado), con gentuza como Negrín, mandando a gente a morir al frente cuando ya estaba todo perdido, o incompetentes como Azaña, desaparecido del mando, dejándoselo a los soviéticos.
Mi duda ahora es si leerme el libro de Clara Campoamor que recomienda tanto Trapiello en esta nueva edición -creo que sí que me lo voy a leer- o El viajero y su sombra, de Eugenio Montes, que no sé, porque puede que lo alabe sólo por ser un autor que escribió en gallego. O quizá sí que sea un gran libro, pero estoy chasqueado con lo.de Risco.

3 comentarios:

  1. Si el libro es La revolución española..., léaselo.

    ResponderEliminar
  2. Ya lo tengo en mis manos: gracias, MLL.

    ResponderEliminar
  3. Yo consulto a menudo la vieja edición. Me parece una obra imponente y no sólo por sus desmitificaciones. Aunque tampoco comparta, huelga decirlo, su visión de la historia.

    ResponderEliminar