Me multan

Otra ventaja más del blog es que las multas te fastidian, como a los demás mortales, pero las puedes poner en él; y es como que sirvieran para algo, como que amortizases un poco lo que te quitaron:

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Iba yo tan contento con Juaco, hablando de las efas, y en la plana y semivacía autopista que recorre los  campos entre Astorga y León -una de las más llanas y rectilíneas del mundo, después de la del desierto de Nevada- acabé yendo a 120 en lugar de a 100 (habrían puesto alguna señal: y el radar  también): pues 100 euros que me cayeron (70 si pagas pronto, que es lo que he hecho, que yo no quiero líos;).
Pero es que además he tenido que ir a la página de internet de la dgt a reconocer -y me dan ganas de hacerme libertario, qué pegajoso es Papá Estado- que fui yo -y no otro- el que conducía, que si no lo hago expresamente me pueden clavar ¡entre 300 y 1500 euros! ¡Te multan y además tienes que ir a reconocer tus culpas, o te ponen otra!

Y espero que la Benemérita Guardia Civil ponga el mismo interés en otros lugares de la Red Viaria que, en mi humilde opinión, podrían ser quizá más conflictivos.

Y siguiendo en esta línea positiva, se me ocurría que podrían hacer lo siguiente con las multas: dedicar el dinero que se recaude a la Ley de dependencia, que no tiene recursos. Yo, si supiera que mis 70 euros iban ahí, me pondría contento, en vez de pensar con amargura en qué absurdeces se lo puede dilapidar nuestro amadísimo Presidente de Gobierno.