martes, 20 de marzo de 2007

Y otra vez Lord Marchmain

A propósito de lo que decía sobre la célebre (y además muy controvertida) escena de la conversión de Lord Marchmain en el lecho de muerte y de que había un trasfondo autobiográfico claro, Juan Ignacio me escribió hace unas semanas recordándome las palabras del prólogo a la segunda edición (por cierto que en la Facultad tenemos una traducción argentina de 1948 de la primera edición):
He estado dudando acerca del tratamiento del apasionado coloquio de Julia sobre el pecado mortal y del soliloquio de Lord Marchmain en su lecho de muerte. Estos pasajes nunca deberían ser interpretados, naturalmente, como palabras en verdad pronunciadas. Pertenecen a una manera de escribir distinta de, por ejemplo, las primeras escenas entre Charles y su padre. Hoy no los incluiría en una novela que, en conjunto, se propone ser verosímil. Pero los he conservado muy próximos a su forma original porque, como el vino de borgoña y la luz de la luna, formaban parte esencial de mi humor en el momento de escribir; y también porque gustaban a muchos lectores, aunque esa no sea una razón primordial.
Podría deducirse que Waugh afirma que la escena de Julia y de Lord Marchmain no se basan en hechos reales, pero con el dato de la conversión del amigo (que me parece irrefutable), habría que pensar que lo que le disgusta a Waugh años después es que sean escenas demasiado explícitas, quizá demasiado evidentes para lo que era su estilo habitual, mucho más sesgado.
Yo me inclino más bien a pensar que no le parecían reales desde el punto de vista narrativo, por muy real que fuera su trasfondo. Sería una observación interesante, porque es un hecho que con hechos no se hacen las novelas, sino con arte, por muy paradójico que eso resulte. Y ya se sabe que mienten mucho los poetas y que eso es bueno para el arte.

5 comentarios:

  1. Sin ser un experto, me atrevería a decir que tienes razón: Waugh se refiere a su eficacia narrativa: se da cuenta de su inverosimilitud "literaria", no a que no esté el pasaje basado en hechos reales.

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  2. De todas maneras, no creo que Waugh se esté refiriendo a la conversión de Lord Marchmain (si es que así puede llamarse su gesto final; a mí me parece más central lo que le pasa al mismo Charles) , sino a su monólogo; es éste (como el anterior de Julia) el que se sale un poco de estilo... Monólogos no realistas, literarios, demasiado expresivos y apasionados para lo que es el resto de la novela.

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  3. Me gusta más este nuevo formato de tu blog.

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  4. Me pilla la lectura algo lejana, pero a mí me parecieron ambas escenas (no el parlamento, sino el gesto final de lord Marchmain) algo no sólo perfectamente integrado en la narración, sino de todo punto necesarios. No era una satisfacción ideológica, por así decir, sino plenamente literaria. Lo que me permitió cerrar el libro con una de esas sonrisas de felicidad que rara vez consigo con un libro.

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  5. No puedo opinar del tema, pero sí dar mi aprobación al nuevo diseño del Campo de estrellas.

    No puedo opinar del tema, pero me tiento a decir que lo que dicen Peter y Hernán es muy acertado. Recuerdo las películas basadas en obras de Shakespeare que vi hace tiempo y lo "no realista" o "demasiado expresivo" que me parecía que la gente hablara como un texto del inglés. Aunque esto quizás sea una deformación mía.

    Saludos.

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