sábado, 3 de febrero de 2007

Más sobre Retorno a Brideshead

En la biografía de Martin Stannard*, carta de Henry Yorke, amigo de Evelyn Waugh, sobre lo que le había parecido Retorno a Brideshead:
Te puedes imaginar lo que me afectó y dolió que el anciano se santiguara en su lecho de muerte. Pero cuando echó fuera al cura la primera vez me rondaba la idea de que era demasiado bueno como para durar. De hecho, en toda la parte final (cuando pensaba que Ryder estaba ganando) no hacía más que decirme que Waugh había vuelto con su gente y que habría crujir y rechinar de dientes en Farm Street por esto. Pero no sucedió... Ojalá me hubiera enamorado de Oxford cuando estuve allí. Ahora veo lo que me he perdido.
Como se ve, es difícil no entrar en el fondo de la cuestión cuando se lee esa novela. Una cosa que he descubierto en esta biografía es que esta escena justamente, que a algunos les parece tan 'irreal' está modelada en la muerte de un amigo de Evelyn Waugh; Waugh le llevó un cura a pesar de la oposición de la familia y el amigo al final se convirtió.
Trasfondo de esta entrada: Rayos y truenos.
* vol. II, No abiding city = 'sin ciudad permanente', Flamingo, Londres, 1992, p. 144, n. 146 (carta escrita el dia de Navidad de 1944).

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