La capilla de la vieja T2-T1 era un poco lóbrega, pero la de la nueva T4 está francamente bien. Luminosa, limpia y acogedora. Me dicen que el capellán es estupendo, pero no he tenido el gusto.
Por cierto, enfrente han puesto un oratorio multiconfesional, y en cartelito con los iconos aparece la estrella de David encima de la media luna. Ojalá que judíos y musulmanes entren a rezar allí, pero mucho me temo que se haya quedado en un brindis a la corrección política.
Me gustó mucho la capilla, incluida la imagen de Cristo reinando desde la cruz, con su sobrio estilo medieval.
Aunque lo que más me gustó es que estaba el Señor, claro. Escribí una poesía allí:
¿Cómo puedo estar esperándote... contigo?
En la pequeña capilla, de camino a casa me llamas a esperarte, Señor. Me llamaste a esperar contigo, a pararme contigo. Sólo a mirarnos en silencio como dos enamorados, que no necesitan palabras.
En silencio contigo, tu paz. En medio del bullicio, tu semblante me recoge, me dice sólo una cosa: "no necesitas nada más, sólo a Mí".
Sólo en Ti quiero pararme, Señor, y en mi familia por Ti, y en los demás por Ti, y en todo para Ti.
El Señor reina, la tierra goza; crece el cereal silenciosamente, cae la tarde como Tú le enseñas. Tu presencia todo lo enamora silenciosamente, como una brisa suave.
Y descansas en mí, y yo descanso en Ti, ¡Aleluya!
Bendito seas, Señor, en la paz de tu silencio. Amén.
La capilla de la vieja T2-T1 era un poco lóbrega, pero la de la nueva T4 está francamente bien. Luminosa, limpia y acogedora. Me dicen que el capellán es estupendo, pero no he tenido el gusto.
ResponderEliminarPor cierto, enfrente han puesto un oratorio multiconfesional, y en cartelito con los iconos aparece la estrella de David encima de la media luna. Ojalá que judíos y musulmanes entren a rezar allí, pero mucho me temo que se haya quedado en un brindis a la corrección política.
Sí, está muy bien la capilla de la T4: lástima que tuviera que irme a la T2. También vi el cartel, aunque no entré a curiosear.
ResponderEliminarMe gustó mucho la capilla, incluida la imagen de Cristo reinando desde la cruz, con su sobrio estilo medieval.
ResponderEliminarAunque lo que más me gustó es que estaba el Señor, claro. Escribí una poesía allí:
¿Cómo puedo estar esperándote... contigo?
En la pequeña capilla,
de camino a casa
me llamas a esperarte, Señor.
Me llamaste a esperar contigo,
a pararme contigo.
Sólo a mirarnos en silencio
como dos enamorados,
que no necesitan palabras.
En silencio contigo, tu paz.
En medio del bullicio, tu semblante me recoge,
me dice sólo una cosa: "no necesitas nada más,
sólo a Mí".
Sólo en Ti quiero pararme, Señor,
y en mi familia por Ti,
y en los demás por Ti,
y en todo para Ti.
El Señor reina, la tierra goza;
crece el cereal silenciosamente,
cae la tarde como Tú le enseñas.
Tu presencia todo lo enamora
silenciosamente,
como una brisa suave.
Y descansas en mí,
y yo descanso en Ti, ¡Aleluya!
Bendito seas, Señor,
en la paz de tu silencio.
Amén.