jueves, 19 de diciembre de 2024

Museo de Navarra y Catedral de Pamplona

En un rato que tuve en Pamplona fui a visitar el Museo de Navarra, que conocía de una vez hace ya lo menos treinta años. Resultó que estaba prácticamente cerrado por obras: podías ver solamente unos ídolos prehistóricos, una exposición prescindible sobre mujeres navarras pintoras de paisaje y otra sobre un escultor. Yo me quedo con lo que vi al salir al patio que daba a la cuesta de santo Domingo: unos restos góticos y un mosaico romano:


El mosaico romano:

Un detalle:

Como en diez minutos me lo había ventilado todo, me fui a la Catedral, de la que también tenía un recuerdo lejanísimo y muy vago. La tumba del rey Carlos III de Navarra y su mujer era muy buena. El claustro gótico, también. Había algunos retablos interesantes, como este flamenco del XV, el del Cristo de Carrasposo:


En el claustro me llamó la atención una reja, de la que hice esta foto de detalle:

Había varias portadas buenas en el Claustro, por ejemplo esta:

Así era el claustro, no sé si demasiado perfecto:

Esta es la tumba de Carlos III de Navarra y su mujer:

En los laterales había monjes rezando:



Salí y me fijé en este cartel, que daba la tónica del casco antiguo: ahora es todo bilingüe y domina el perroflautismo abertzale, festoneado de banderas palestinas: ¡un paraíso!

miércoles, 18 de diciembre de 2024

25 años en Santiago

Para celebrar que cumplo 25 años en Santiago de Compostela he cambiado la cabecera: el blog se llamará a partir de ahora "En Santiago de Compostela", no "En Compostela". Yo al principio no era consciente del sesgo, luego me dejé llevar por la inercia, pero ahora me encuentro, cuando veo "En Compostela", en connivencia con los elementos más anti-presencia del Apóstol: si dicen "Compostela", ya sabes por dónde tiran, que no es, como se repite en las ceremonias de la Catedral, por indicar que en este lugar "se conserva la memoria del apóstol Santiago". Por otro lado, si no es por la tumba del apóstol, de qué iba a querer alguien estar por estos parajes.

No siento alegría, tampoco tristeza, al cumplirse esta fecha redonda: me he acostumbrado a vivir en Santiago de Compostela, roto el encanto de los primeros años. Bien es verdad que estuve hace poco en el casco antiguo de Pamplona y me vino bien para darme cuenta de que la mayoría de las ciudades de España son tirando a feas, especialmente las zonas históricas. Santiago es bonito, al menos el casco antiguo. Alrededor y por los huecos entre las aldeas que conforman esta ciudad pueblerina hay campos y árboles. Algo es.

Santiago es una ciudad que ya no me entusiasma, por decirlo suavemente: el ambiente es como aldeano, agobiante, estrecho. Si todos fueran aldeanos de campo, bien estaría, pero es que muchos son aldeanos con doctorado o puesto fijo en la Administración pública, muñecos de lo que les digan El País y La voz de Galicia, al alimón: se crea así un ambiente general que es una especie de PSOE-State-of-Mind entreverado de un nacionalismo o regionalista vergonzante (sí, me refiero al PP) o con pujos de añoranzas independentistas imposibles bañadas en un difuso -pero muy real- rencor. 

La vida cultural ha empeorado a ojos vista: todo es nacionalismo de jergas, arte contemporáneo de gallinas de corral, cultura oficial subvencionada: por ejemplo, todo es Castelao, todo es Rosalía, todo es Isaac Díaz Pardo y todo es siempre lo mismo. No puedo añorar Nueva York, donde no he estado nunca, pero es que aquí todo es muy cansino: gente presentándose entre ellos novelas en jerga oficialista que nadie lee, exposiciones tontas o catetas, actos oficiales en homenaje a Castelao, a Rosalía, siempre a los mismos.

Y luego les ha salido el tic anti-peregrinos. Este cartel me resulta especialmente molesto:

martes, 17 de diciembre de 2024

La guerra perpetua y los discapacitados en el Club Dalroy

Como era un viaje largo, llevaba conferencias de la Fundación Juan March sobre historia, pero o no elegí bien o los temas no me acabaron de interesar. El recorrido lo salvaron dos programas más del Club Dalroy, aparte del de Ana Rodríguez de Agüero. A la ida, escuché a Ángel Barahona hablar sobre la guerra, tema que a mí me interesa mucho: yo si peco de algo es de pesimismo antropológico, así que me vino de perlas todo lo que dijo después, sobre ganar en perspectiva, me refiero a visión sobrenatural, que se logra, paradójicamente sabiendo en qué situación nos encontramos, pero mejor lo explica en la información del libro que ha escrito y que acaba de salir.

A la vuelta, me interesó mucho también lo que tenía que decir Nacho Calderón, que hablaba de las personas con discapacidad y cómo pueden acercarse a la vida sacramental. Yo le daría más vueltas a la cuestión de la Eucaristía: creo que es muy interesante lo que dice y pensaba yo que se podría profundizar en la teología eucarística partiendo de esto, lo que no quiere decir "haciendo malabarismos para encajar algo", sobre todo en casos extremos, pero todo se puede aquilatar y precisar. Gran programa también. En este artículo habla de lo que sale en el programa y dan un mail.

lunes, 16 de diciembre de 2024

Cambio de destino, de Jon Juaristi

No lo había leído cuando salió en 2006: Cambio de destino es un libro de memorias de Jon Juaristi, de su vida hasta entonces. Yo le tengo gran admiración, como he podido dejar aquí escrito a lo largo de los años: El bucle melancólico, la biografía de Unamuno, su poesía, El reino del ocaso, sus artículos en ABC, han sido importantes en mi manera de ver las cosas. 

A mí siempre me impresiona por la facilidad de su expresión y su abrumadora y a la vez didáctica erudición. Este libro es más triste que otros, porque trata sobre todo de su vida en Bilbao, su agitada juventud en la primera ETA y luego sus desencuentros cada vez mayores con el nacionalismo, tema amargo donde los haya.Justo con este libro se despedía de todo eso, yéndose a Madrid.

Es impresionante la memoria que tiene de todo el mundo. Una historia de los vascos, y especialmente de la izquierda vasca, de ETA al PSOE, sobre la generación que se hizo adulta en torno a 1968 tendría que tener este libro como base. Por cierto que es tremendo en buena medida el legado de aquella generación, sobre todo allí. Salvo algunos que escaparon de la quema, qué rastro de muerte y mentira detrás. Qué retrato duro de una época, que no afecta solamente a los vascos, aunque allí, como se exacerbó todo, es todavía más tremendo. 

Dedica un capítulo a criticar a los que le motejan de ser alumno de Gaztelueta: da una visión me parece que muy ajustada del colegio, con algunos elogios muy apreciables, más que en algunos de sus poemas.

Me sorprendió descubrir sus raíces burgalesas en una rama de la familia, que procedía de Cueva de Manzanedo, al norte. Yo, todo burgalés, tengo orígenes vizcaínos por mi abuela materna, Garrastacho, en concreto. 

He encontrado dos perlas, una sobre algo que me retrata también a mí, la dificultad para los deportes:

No destaqué en ninguno [=deporte], aunque se me consideraba un desecho de tienta voluntarioso, algo por encima de los zopencos puros (85).

También hay una muy buena sobre los filólogos:

Con estos [con los historiadores] siempre me he llevado mejor que con los filólogos, como corporación, quiero decir. Son menos enfáticos. Con un historiador, aunque sea Heródoto reencarnado, pegas la hebra enseguida. Les encanta discutir, intercambiar ideas. Los filólogos tiramos todos hacia la pedantería y cuanto más se encumbran, más intratables se vuelven, con honrosas excepciones (377).

Yo hubiera preferido justamente más espacio dedicado a su tarea filológica, pero espero resarcirme con un libro que voy a pedir a los Reyes, una biografía suya de Menéndez Pidal de la que espero iluminación sobre la historia de la filología en España y sobre mil cosas más que seguro que va contando al hilo de lo que vaya saliendo.

El autor, en un equipo de baloncesto donde estaba de reserva, está junto al entrenador, de pie.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Por fin, poder oír a Ana Rodríguez de Agüero hablando sobre Literatura Infantil

He hecho un viaje y ahí he podido oír audios que tenía pendientes, en concreto varios del Club Dalroy
El que más ganas tenía de escuchar era el de Ana Rodríguez de Agüero que habla sobre Literatura Infantil, a propósito de un libro que acaba de publicar, centrado no en libros para niños sin más, sino en las obras propiamente literarias, apropiadas para niños.

Y tenia muchas ganas de oírlo porque a Ana la seguía hace tiempo en internet. Este verano la pude conocer en persona en el Obradoiro, con su extraordinaria familia: cuando me acuerdo de ellos, se me pasan todas las murrias sobre un posible futuro negro de la humanidad.

La conversación en el programa es extraordinaria. Sobre todo me gustó la parte sobre la moralidad de la literatura (en este caso infantil, pero vale para toda, en conjunto). 

Pero oíd el programa:

jueves, 12 de diciembre de 2024

Canción con el poema de Hopkins

No sé dónde me encontré esta versión cantada de Pied beauty de Hopkins, que es un poema que me gusta mucho. De hecho, he ido poniendo algunas versiones excelentes en este blog, a lo largo de los años

Pero oídla. Me gustan mucho las imágenes de trashumancia que le han puesto:

Busqué el texto de esta canción en concreto y lo encontré en una entrada del blog del Marqués de Tamarón. Es una versión de Guillermo García Valdecasas: 

Belleza maculada

Gloria a Dios por las cosas variopintas:
por los cielos cual reses berrendas, a dos tintas;
por la mota rosada que en la trucha que nada pinta pintas de antojo;
las caídas castañas, frescas ascuas al rojo;
las alas del pinzón; y las campañas ensambladas de partes: redil, labor, barbecho;
y todos los oficios con sus artes, su apero, su pertrecho.

Todo lo peregrino, singular; cuanto de raro y vario ha sido hecho
con modo de mudar, todo lo que motea (mas ¿a quién se le alcanza?)
con premura y templanza, acritud y dulzura; aquello que fulgura y que sombrea,
así lo engendra Aquél cuya hermosura se halla más allá de la mudanza:
.......................................................................................................................Loado sea

En un comentario ponían además la versión de Dámaso Alonso:

ABIGARRADA HERMOSURA
Gloria a Dios por las cosas manchadas,
por los cielos, lo mismo que una vaca, berrendos,
y el punteado rosa de la trucha en el río;
por esas frescas brasas que caen de los castaños; las alas del pinzón;
el paisaje, todo manchas y piezas; el redil, el barbecho, la besana;
y los oficios, con su tráfago y orden de equipos y poleas.

Todas las cosas, opuestas y primarias, extrañas y frugales,
todo lo que oscila abigarrado, o moteado tiembla (¿y quién sabría cómo?),
-rápido, lento; agrio, dulce; nítido, oscuro:
todo lo origina, lo procrea continuo. Él, belleza sin cambio.
Alabadle.