martes, 31 de mayo de 2011

Torrijas

Estuve en Burgos hace ocho días: mi hermana Eva se levantó pronto para hacer torrijas -las probamos en el desayuno, pero sólo probarlas, que la mayor parte se la había llevado a un chiringuito social que había en la parroquia esa mañana.
Y yo estaba allí para la primera Comunión de Diego: esta vez no me engañaron con eso de que los niños habían organizado la celebración, no después de haber asistido ya a la de Irene y a la de Eva: fue milimétricamente igual y todos los papeles presuntamente originales que leían ya me estuve yo fijando y resulta que hasta estaban plastificados -estos jesuitas, cómo son.
Fuimos a comer a un pueblo cerca de Lerma. El campo muy verde: me di cuenta de cuánto echo de menos a las amapolas, que no las veo por aquí.
De postre, torrijas, muy buenas.
Y hoy es el cumpleaños de Eva. A Diego, el niño de la primera Comunión, le torturaba pensar que su tía (que es la que les hace las tartas de cumpleaños) no tenga quien le haga a ella su tarta cuando cumple ella: bueno, desde aquí al menos -ya que no una tarta- le mando un abrazo muy fuerte a Eva, la de las torrijas.

2 comentarios:

  1. Gran mujer debe ser Eva, cuando hace torrijas para los demás y de alguna manera, sabe hacer que todos las compartan.

    Gran, enorme hombrecito Diego que se preocupa por su tía, para que reciba también atenciones en su cumple

    Gran familia.

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  2. me di cuenta de cuánto echo de menos a las amapolas, que no las veo por aquí

    La mayor parte de la gente no lo sabe pero España (sí, he dicho España) en realidad se divide en dos territorios: el de las amapolas y el de los helechos.

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