De la visita última (uno y dos) a la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando de Madrid lo que más me impresionó, sin duda, fue Alonso Cano, en concreto su Cristo recogiendo sus vestiduras: [en grande, aquí]
En directo es mucho más impresionante (id los que podáis -los miércoles no festivos es gratis): es un cuadro que parece poco complaciente, la figura de Cristo es poco renacentista (en cambio mirad un dibujo previo excelente en El Prado) en anatomía; es casi un muñeco, muy poca cosa, una figura casi ridícula; el hecho es que me impresionó mucho. Quizá es que Cristo aparece así más desvalido todavía, más anonadado aún.
Y sé tan poco de Alonso Cano que me puse a mirar en libros y descubrí a una figura fascinante, de vida muy agitada. Y un detalle pequeño, pero que me alegró encontrar: su familia paterna era de Almodóvar del Campo.
Y sus vírgenes tienen una belleza única: con cara de niña o mujer morena, siempre de mirada recogida. Pero qué elegancia y qué serenidad. Por ejemplo esta de El Prado.
Es cierto, el cuadro impresiona mucho más que el dibujo. El dibujo es todavía un estudio de anatomía, el cuadro ya es otra cosa.
ResponderEliminarEl gesto de recoger la ropa, con ese cuerpo aún doblado y las manos recién desatadas (los brazos son de llorar, parece que tiemblan, y la mano que se ve está agarrotada, como si la hubieran atado muy fuerte), es la imagen absoluta de la mansedumbre. Quizá lo que más impresiona es ese contraste entre la mansedumbre y la divinidad, que también está pintada.
(¿y en el últimno enlace has visto el sello? ¿entonces el del retrato de Velázquez era Alonso Cano, o sería Alonso Cano el que retrató a Velázquez? ¿Y has visto que cruces tan interesantes entre la vida y la obra de los dos y que hay una Inmaculada que no saben a quién pertenece? )
Este fin de semana sin falta me voy a verlo. Muchísimas gracias por el cuadro y toda la información.