Hablé ya de que se había traducido la biografía que hizo Evelyn Waugh sobre Ronald Knox. Hernán hizo un comentario al post en el que decía que no era nada del otro jueves, con lo que se me fue en gran parte la ilusión; me conformé, aunque quizá era una estrategia mía para que luego en realidad me gustase más, pero el hecho es que la he leído y me ha parecido bastante floja.
Waugh puede ser magnífico (Retorno a Brideshead, Un puñado de polvo, Más banderas, Helena) pero cuando se pone borde es difícil aguantarle. Esta biografía no transmite nada vivo de la vida de Knox, sólo es un libro para quien ya está en el ajo, todo un poco esotérico para quien no haya vivido en Oxford (mi caso).
Sólo algunos destellos:
-Parece que Knox era un poco maniático; por ejemplo no le gustaba que los sellos se cortaran en horizontal sino en vertical (no sé si era al revés, pero es lo mismo).
-Waugh le pidió consejo a Knox para la escena de la desacralización de la capilla de Retorno a Brideshead, que a mí me gusta tanto.
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