He tenido años en mi estantería el Purgatorio de la Divina Comedia, en concreto once años, que ya son años. Lo iba leyendo a poquitos, dejando pasar intervalos de quinquenios. Qué mal.
Ahora he reunido fuerzas y he mal-leído los últimos cantos a todo correr, por un puro afán de tenerlo acabado. Ha sido un matar el toro metiendo la espada por la panza, con alevosía. Los últimos cantos del Purgatorio han sido una pesadilla, llenos de alegorías, que el hecho es que no llevo demasiado bien, las alegorías, me refiero.
En cada canto intentaba apuntar un verso, por no quedarme en un mero pasar. Ahora recogeré aquí solamente tres pasajes:
Era giá l’ora che volge il disio
Era la hora en que el deseo oprime
ai navicanti e ’ntenerisce il core
lo dí c’han detto ai dolci amici addio;
e che lo novo peregrin d’amore
punge, se ode squilla di lontano
che paia il giorno pianger che si more;
quand’io incominciai a render vano
l’udire, e a mirare una de l’alme
surta che l’ascoltar chiedea con mano (8.1-9.
al nauta que, ese día, del que quiere
se despidió, y el corazón le gime;
y que de amor al peregrino hiere,
si el toque de la esquila oye lejano
como llorando al día que se muere,
cuando yo mi escuchar dejé a trasmano
para mirar a un alma que pedía
que las demás la oyesen, con la mano (traducción de Ángel Crespo).
Nell' ora che comincia i tristi laila rondinella presso alla matina,forse a memoria de' suo' primir guai (9.1-3)En la ora que comienza su lamento,cuando amanece ya, la golondrina,en memoria tal vez de su tormento.
Los reyes en 2004 me trajeron esa misma edición. Hasta mayo de 2021 no le hinqué el diente al Infierno,me duró mes y medio. El Purgatorio cayó en poco más. El Paraíso sigue esperando.
ResponderEliminarMe consuela que también vayas a ritmo lento. A mí se me hace costoso leer a Dante, ese es un hecho.
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