jueves, 7 de noviembre de 2024

Innsbruck 24 - El palacio de Ambras - la armería

Mis escasas esperanzas en el terrero del arte en Innsbruck estaban puestas en el Palacio de Ambras. Allí estuve y disfruté mucho las siete horas que pasé visitándolo, con comida en el jardín y café en el patio incluidos.

Es un palacio que hizo Fernando II, el Archiduque de Austria y Conde de Tirol en el siglo XVI, para su mujer, que la pobre, cosas del amor, no era lo suficiente noble para que los hijos heredaran el título. Defendían allí que es el primer museo propiamente dicho y yo me lo creo. Me lo creí hasta el punto de que imbuido de esa presunción disfruté hasta de la primera parte de la visita, que era la de las armaduras. Fuimos parándonos en cada una, pero también en los escudos y retratos que el gran Fernando II puso junto a las armaduras que coleccionó. Te imaginabas una sala con todo aquello casi tal cual la veíamos nosotros:


El bastón de mando, con la tela mismísima del XVI:
 

Esto es de niños, para los hijos de Fernando II:

Esto es para un hobbit para uno de infantería:

En esta armadura, en la parte que más brilla, se nota el impacto de una bala, que no atravesó el metal: 

Entre los retratos estaban Juan de Austria, el Gran Capitán, Antonio de Leyva. También Cristóbal Colón, con las armas de Castilla y León:

Hasta de los turcos tenía armaduras y armas, hasta ese punto llegó la turcomanía. En la España del XVI lo entiendo, pero en la Austria con Viena sitiada y un peligro muy real de conquista encima es mucho más meritorio. Esto eran una especie de tapetes de cuero flipantes, turcos:



Estos cascos sí que dan miedo:

Y las míticas espadas curvadas:

Sí que tienen un aire oriental los escudos, los carcajes, las flechas:

En la sala de al lado había un techo con las constelaciones, también del XVI:


Y yo, mirando el espejo que había abajo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario