martes, 5 de noviembre de 2024

Fui a ver Hospitalitas, Las Edades del Hombre en Santiago

He estado retrasando meses el visitar la exposición de Las Edades del Hombre, Hospitalitas (no, no me gusta que pongan el título en latín), porque me temía que no me iba a entusiasmar. 

Así ha sido: es la enésima exposición sobre el Camino, la hospitalidad, la peregrinación, los santos peregrinos. Lo mismo de siempre, otra vez. Yo creo que ya había visto el 80% de las obras y de las que no, pues tampoco había nada especialmente destacado. La mitad son de la Catedral y del Museo de las Peregrinaciones: las han trasladado 300 metros y se las venden al guiri como una gran novedad. Mientras, los que hemos visto los mismos Santiagos y los mismos santos peregrinos mil veces, tenemos que pagar ahora 10 euros para verlos otra vez. Además, han puesto esas estructuras de madera tan insufribles en medio de la iglesia de san Martin Pinario: consiguen ahogarla, cosa increíble en una iglesia tan monumental como esa. Hasta el inmenso retablo está empequeñecido. Espero que cuando acabe la exposición quiten toda esa madera haciendo carrilitos y "espacitos expositivos".

De los documentos y libros que exponían la mitad son facsímiles. Y yo me pregunto: ¿para qué hacen algo así?, que no se molesten, que ya bastante aburrido siempre es lo de los documentos y los libros como para llevar allí copias: que pongan el enlace a internet y lo vemos desde casa. O pones el Codex Calixtinus o nada, pero no pongas el facsímil. Y luego llevan un ejemplar impreso de La pícara Justina: ¿pero de qué vais?

Las demás obras, pintura y escultura, son, pues bueno, regulares como mucho. Por salvar algo, un san Lesmes de Murillo, un Santiago (de Nava del Rey) de Gregorio Fernández. Siempre tienen estos de Las Edades del Hombre, que son ahora una máquina de hacer exposiciones fofas, la excusa de la selección temática o catequética para traerte cosas de medio pelo a cuenta por ejemplo que es de un santo que aparece con bastón de peregrino.

A mí había otra cosa que no me gustaba, saber que tenían a la Virgen del Manzano en la exposición. Me molesta que la hayan sacado de la Colegiata de Castrojeriz: es una imagen de culto, de casi 800 años, de piedra, mencionada en las Cantigas. Y casi me la perdí, porque la habían puesto en la sacristía, en un espacio esquinado, donde para colmo a la gente le ofrecían gafas de realidad virtual. Mal, muy mal. Yo a la Virgen del Manzano le recé una Salve, pero de mal humor. La han restaurado, está más brillante la policromía, que es barroca seguro, los pómulos muy rojos. Le hice fotos. Su cara era muy dulce. El Niño estaba mucho más estropeado:





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