Llegué, supongo que por las redes sociales (y eso tiene gracia aquí, por lo mal que las trata él), a una conferencia de Alejandro Vigo, catedrático de filosofía en la Universidad de Los Andes sobre "La labor del filósofo en la actualidad".
Es relativamente breve, cuarenta minutos, con una larga sesión de preguntas, muy interesante.
Empiezo por lo que no me convenció:
Hace una crítica infantil de la batalla cultural, que asocia con una extraña guerra que se imagina que debe de haber en las redes sociales, a las que representa de un modo ridículo (de hecho, dice que no las conoce ni las usa); parece que piensa que son un concurso de ingenio en 240 caracteres, donde gana el más ocurrente.
También cae en algo que me fastidia, identificar la nueva izquierda con la nueva derecha, cuando la nueva derecha es la antigua derecha, al menos en España, buscando su hueco ante la ampliación gigantesca del centro asfixiante. Por otro lado, ya se ve que le cae mal Schmitt, al que presenta de un modo bastante ridículo, (creo, porque yo solamente conozco a Schmitt de oídas), pero lo que propone por su parte es una especie de centrismo que a mí me deja perplejo. Él está por la vía de Habermas o Gadamer del diálogo racional, sea eso lo que sea en la práctica política.
Todo esto lo dice en Chile, país que ha sufrido esas guerras culturales en grado extremo, y no por peleítas de redes sociales precisamente.
Por qué os recomiendo verla, de todos modos:
Su crítica a la Universidad actual es muy interesante: a cómo se conforma ahora la carrera académica, a la asfixia burocrática, a la búsqueda frenética de publicación de papers, a los congresos como turismo. De fondo, lo que critica es la unificación de todo en criterios únicos, "cuantificables". La Universidad, sobre todo las Humanidades, está en una crisis monumental, también por eso.
"Hoy a Platón lo habrían echado, porque no tiene artículos indexados", es muy buena frase (yo había dicho ya, perdonadme la inmodestia, algo parecido sobre Wittgenstein). Muy interesante, ya digo. Lástima que sea tan de centro.
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