miércoles, 24 de febrero de 2021

Victor Davis Hanson sobre la Guerra del Peloponeso

Me llevó tiempo leerlo, pero con la lectura de A War Like No Other: How the Athenians and Spartans Fought the Peloponnesian War, de Victor Davis Hanson he aprendido un montón. Tras varios años de lectura lenta de Tucídides, este estudio de conjunto por parte de una de las mayores autoridades en el tema me ha impresionado mucho. Hanson está especialmente bien preparado para entender aspectos que se nos pueden escapar, porque es una de las mayores autoridades en historia militar y compagina ser granjero en California con la cátedra de clásicas: por eso puede explicar muy bien por ejemplo que las razzias de los espartanos en los campos del Ática en los primeros años de la guerra tuvieron menos efectos duraderos que la guarnición que pusieron después en Decelia, adonde huyeron muchos esclavos y desde donde se impedía el cultivo consistente de los campos. Todo eso nos lo explica porque sabe por experiencia que cortar un olivo lleva tiempo y que cortar frutales, lo mismo, y que quemar un campo de cereal no es tan fácil si no están suficientemente secas las espigas; luego si las razzias eran en mayo, no pudieron resultar tan destructivas como podíamos imaginarnos.

También es impresionante su análisis de lo problemático que era luchar como hoplita, cargado con una armadura tremenda y casi sin poder moverte, frente a las tropas ligeras que se llevaron el gato al agua en la fascinante conquista ateniense de Pilos, que además tuvo un efecto propagandístico tremendo respecto al mito espartano de guerreros invencibles que les habían comprado los demás. A mí, que me enseñaron historia antigua muy mal, llena de resabios marxistas y sin nada de historia militar, el paso de la guerra hoplítica a otras más modernas se me escapó. Y tiene consecuencias decisivas también en la literatura.

El apartado sobre las trirremes y la experiencia de los remeros es conmocionante. Pero lo más tremendo es la espiral de violencia que se adueña del mundo griego esos años. Y las consecuencias del imperio para Atenas, sometida a un proceso de huida para adelante en el que queda atrapada. Y todo esto coinciendo con el mayor nivel artístico y literario de la historia.

Me ha impresionado mucho que diga Hanson al final que el libro de Tucídides es una tragedia, porque demasiadas veces se presenta, y el propio Tucídides también lo hace así, como algo de lo que aprender, y se aprende mucho, pero eso no quiere decir que dé una solución (o lo contrario, que enseñe que no hay solución). Hanson es un realista político y se nota también en su moderación moralejista: quiere contar lo que pasó, quiere hacer vivo lo que ocurrió, pero nos deja con nuestras perplejidades, para que las sigamos gestionando.

2 comentarios:

  1. Todos hemos estudiado, y peor ¡se sigue estudiando! una historia simple-marxistizada, muy de JDT (GOT). Blázquez nos hacía leer Rostotzev (muy interesante algunos aspectos de la historia social y económica)..., Farrington: Ciencia y política en el mundo antiguo -la técnica no avanzó, según él porque ¡como había esclavos! no hacía falta (no porque la suma y combinación de saberes es difícil, como que Arquimedes no tuviese un material con que hacer su palanca)- ese señor Farr. nunca ha tenido un caballo, ni un carro, que cuidar

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    1. Interesante lo que dices: todo era citar gente así, a Finley, a todos esos. Todo seco, en función de la Ilustración y la narrativa marxista.

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