En la exposición que hice sobre la investigación y la posibilidad de tener varios campos abiertos, cité esto de J. R. R. Tolkien, de su único relato alegórico, Hoja de Niggle:
Tenía unos cuantos cuadros comenzados, casi todos demasiado grandes y ambiciosos para su capacidad. Era de esa clase de pintores que hacen mejor las hojas que los árboles. Solía pasar una infinidad de tiempo con una sola hoja, intentando captar su forma, su brillo y los reflejos del rocío en sus bordes. Pero su afán era pintar un árbol completo, con todas las hojas de un mismo estilo y todas distintas.Otro problema es cuando ni las hojas acaban de salirle a uno bien.
Mencioné en el otro extremo a Felix Jacoby, que se pasó la vida estudiando los historiadores griegos. No puedo acabar una magna obra, Die Fragmente der griechischen Historiker. Sacó 15 volúmenes, con fragmentos de 856 historiadores: varios equipos internacionales, quizá trescientas personas en total, están intentando completarla (yo puse mi granito de arena) y no han terminado, sesenta años después.
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