Esta oración es más o menos así en el original:
Memorare, O piissima Virgo Maria,Esta es una traducción mía, que tira por lo libre y que me paso el día cambiando:
non esse auditum a saeculo,
quemquam ad tua currentem praesidia,
tua implorantem auxilia,
tua petentem suffragia,
esse derelictum.
Ego tali animatus confidentia,
ad te, Virgo Virginum, Mater, curro,
ad te venio,
coram te gemens
peccator assisto.
Noli, Mater Verbi,
verba mea despicere;
sed audi propitia et exaudi.
Amen.
Tú ya lo sabes, Piadosa Virgen María,
pero es que resulta inaudito:
ninguno, si se refugió en ti,
te suplicó tu ayuda
o te pidió socorro,
quedó desamparado.
Yo, seguro en esa certeza,
a ti, raudo, me dirijo,
Virgen de las Vírgenes.
Madre, a ti vengo;
ante ti, entre gemidos,
¡pecador!, me presento.
Madre del Verbo,
No eches a barato mis palabras.
No, escúchalas atenta y propicia.
Amén
[Al día siguiente] Aquí, otra que he hecho:
Por comparar, la traducción que me sé yo:Recuerda, Madre Virgen María,
que nunca se ha oído
que nadie que se refugiase en ti,
te suplicase tu ayuda
o te pidiese socorro,
quedase jamás desamparado.
Yo, reforzado en esa confianza,
a ti corriendo voy,
Virgen de las Vírgenes.
Madre, junto a ti llego;
ante ti, entre gemidos,
¡pecador!, me presento.
Madre del Verbo,
No eches a barato mis palabras.
No, escúchalas atenta y propicia.
Amén.
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,
implorando vuestro asistencia
y reclamando vuestro socorro,
haya sido desamparado de vos.
Animado por esta confianza,
a Vos también acudo,
oh Madre Virgen de las vírgenes,
y gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana.
No desechéis, oh Madre de Dios,
mis humildes súplicas,
antes bien, inclinad ante ellas vuestro oídos
y dignaos atenderlas favorablemente. Amén.
Está bien. Me parece un poco paráfrasis. Pero, ¿por qué no? Gracias por compartirlo. Espero que hayáis empezado bien el curso. Un abrazo.
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