Una tarde fuimos desde Florencia a Livorno y acabamos por la zona del puerto, que a mí me impresionó una barbaridad: salidos del puro Renacimiento, fue refrescante ver gigantescas montañas de contenedores, refinerías enormes, chimeneas. Tremendo: me alegró un montón que nos perdiéramos justo yendo por esa zona industrial, para poder verlo más despacio. Todo esto lo digo totalmente en serio, sin sombra de ironía: ya sabéis esa característica mía (tan poco comprendida) del amor al hormigón, al acero y al paisaje humano industrial.
Resulta que en español se llamaba Liorna (en inglés es Leghorn: ahí cerca murió Shelley, por cierto). Íbamos al santuario de la patrona de la Toscana, Montenero. Está en una zona alta, se ve desde allí la ciudad y el mar, hay placas de hijos ilustres de la ciudad, como Mascagni y Modigliani, nada menos.
Había exvotos a miles, una barbaridad (hay una web en español con algunos muy llamativos). Todas las paredes estaban repletas de corazones, de cuadros, de las cosas más curiosas.
Había fotos impresionantes, un montón de dolor en el tiempo:
Y las oraciones por los hijos en el campo de batalla, mira que no han tenido de eso en el siglo XX:
Una enferma
Una niña atropellada
Un niño solo en una cocina
Accidentes de coche
Resulta que en español se llamaba Liorna (en inglés es Leghorn: ahí cerca murió Shelley, por cierto). Íbamos al santuario de la patrona de la Toscana, Montenero. Está en una zona alta, se ve desde allí la ciudad y el mar, hay placas de hijos ilustres de la ciudad, como Mascagni y Modigliani, nada menos.
Había exvotos a miles, una barbaridad (hay una web en español con algunos muy llamativos). Todas las paredes estaban repletas de corazones, de cuadros, de las cosas más curiosas.
Había fotos impresionantes, un montón de dolor en el tiempo:
Y las oraciones por los hijos en el campo de batalla, mira que no han tenido de eso en el siglo XX:
Una enferma
Una niña atropellada
Un niño solo en una cocina
Accidentes de coche
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