De Villasandino fuimos, dejando a un lado Castrojeriz, hasta Castrillo (ahora) Mota de Judíos (antes Matajudíos).
A mi hermana le habían dado el nombre de la señora que tenía la llave de la iglesia, así que confiábamos en que no habría problemas, pero chocamos con un ser rocoso, de 91 años, que se negó a abrirnos si no le dábamos un papel firmado por el alcalde. Lo que sí nos daba era conversación: presumió de edad y salud, se acordó de mi padre cuando le dimos el nombre, cogió agua de la fuente (tenía un cartel de no apta para el consumo, pero ella decía que no tenía cal), nos habló de un hijo que murió en extrañas circunstancias, todo menos abrirnos la iglesia: los siguientes días nos acordamos mucho de ella, de tan mítica que nos resultó, la encarnación de la vieja del visillo, con una bata prototípica y la seguridad de quien no va a ser doblegado en su decisión previamente tomada.
Por suerte, por allí apareció el que fue fontanero en Casttojeriz cuando éramos pequeños, que avisó al alcalde. Los dos le preguntaron a la vieja por la llave y ella se hacía la loca. El alcalde hasta tuvo que insistir. Por fin, entramos en la iglesia, que están restaurando. Lo mejor, otra vez, era un retablo hispanoflamenco:
[La foto, de wikimedia, de cuando lo tenían en el Museo del Retablo en Burgos]
Estas fotos son mías, las primeras más lechosas, de cuando estaba dando la luz el alcalde:
La torre era bien curiosa:
El alcalde resultó ser un hombre muy emprendedor, que ha encontrado su ventana de oportunidad en el entroncamiento con lo judío (en la Edad Media hubo una aljama importante allí, en la mota de al lado del pueblo, en relación con los conflictos y progroms que hubo en Castrojeriz) y está sabiendo aprovechar esa veta. Nos explicó lo del cambio de nombre acudiendo a la figura más destacada de la historia del pueblo, el músico Antonio de Cabezón, y a teorías un poco código-da-vincianas, sin convencerme a mí, pero quién soy yo para objetar a un cambio entre mata y mota: van a convertir el pueblo en un referente de la historia de los judíos en la Edad Media, están arreglando la iglesia, van a terminar un Centro de Cultura Sefardí, están haciendo excavaciones en la aljama judía. Mejor que en la mayoría de pueblos moribundos de alrededor. Este es el escudo que han rehecho con tres elementos (Castilla, judíos, Antonio de Cabezón):
A mi hermana le habían dado el nombre de la señora que tenía la llave de la iglesia, así que confiábamos en que no habría problemas, pero chocamos con un ser rocoso, de 91 años, que se negó a abrirnos si no le dábamos un papel firmado por el alcalde. Lo que sí nos daba era conversación: presumió de edad y salud, se acordó de mi padre cuando le dimos el nombre, cogió agua de la fuente (tenía un cartel de no apta para el consumo, pero ella decía que no tenía cal), nos habló de un hijo que murió en extrañas circunstancias, todo menos abrirnos la iglesia: los siguientes días nos acordamos mucho de ella, de tan mítica que nos resultó, la encarnación de la vieja del visillo, con una bata prototípica y la seguridad de quien no va a ser doblegado en su decisión previamente tomada.
Por suerte, por allí apareció el que fue fontanero en Casttojeriz cuando éramos pequeños, que avisó al alcalde. Los dos le preguntaron a la vieja por la llave y ella se hacía la loca. El alcalde hasta tuvo que insistir. Por fin, entramos en la iglesia, que están restaurando. Lo mejor, otra vez, era un retablo hispanoflamenco:
[La foto, de wikimedia, de cuando lo tenían en el Museo del Retablo en Burgos]
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Estas fotos son mías, las primeras más lechosas, de cuando estaba dando la luz el alcalde:
La torre era bien curiosa:
El alcalde resultó ser un hombre muy emprendedor, que ha encontrado su ventana de oportunidad en el entroncamiento con lo judío (en la Edad Media hubo una aljama importante allí, en la mota de al lado del pueblo, en relación con los conflictos y progroms que hubo en Castrojeriz) y está sabiendo aprovechar esa veta. Nos explicó lo del cambio de nombre acudiendo a la figura más destacada de la historia del pueblo, el músico Antonio de Cabezón, y a teorías un poco código-da-vincianas, sin convencerme a mí, pero quién soy yo para objetar a un cambio entre mata y mota: van a convertir el pueblo en un referente de la historia de los judíos en la Edad Media, están arreglando la iglesia, van a terminar un Centro de Cultura Sefardí, están haciendo excavaciones en la aljama judía. Mejor que en la mayoría de pueblos moribundos de alrededor. Este es el escudo que han rehecho con tres elementos (Castilla, judíos, Antonio de Cabezón):
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