miércoles, 14 de noviembre de 2018

Alabar lo grande, tener lo pequeño

Siento que no he toreado en clase la Teogonía de Hesíodo como quería y la obra se merecía. Me había puesto un tope de dos clases y el hecho es que me aturullé por querer dar cuenta de tantos nombres y tantas conexiones. Como siempre, es mejor querer abarcar menos.
Hoy toca los Trabajos y los días (ya puse aquí algunas notas que tomé la última vez que lo leí). Esta vez, quizá porque lo tenía fresco de esta lectura última de la Odisea, me he fijado más en su amor a lo pequeño, al ámbito familiar, por contraposición al ancho mundo, tan inabarcable y me he vuelto a parar en este verso, el 643:
νῆ᾽ ὀλίγην αἰνεῖν, μεγάλῃ δ᾽ ἐνὶ φορτία θέσθαι·
Alabar el barco pequeño, en uno grande los fardos poner.
Me parece que hay alguna conexión con Virgilio (Georg. 2.412-413): Laudato ingentia rura, exiguum colito, es decir: Alábese los campos inmensos, uno mínimo se cultive. Lo confirma West y es interesante que recoja el testimonio de que Catón también decía algo así en su libro De agricultura.
Hesíodo le está aconsejando a su hermano Perses que no se dedique a la navegación, es decir, al comercio a gran escala, aunque si se dedica al comercio, mejor que vaya con los grandes.
Y todo esto cuando al principio del poema anima a trabajar por emulación de los pares en el oficio. Es como la fábula de la cigarra y la hormiga primigenias.
Y en el medio, está la fábula, tan amarga, del gavilán nietzscheano que alecciona al ruiseñor, al propio Hesíodo, cogido entre sus garras.

2 comentarios:

  1. Hmm... no sé, me falta conocer el resto de la obra para tene contexto, claro, pero esa frase, según la veo yo, es más bien negativa, ¿no? Un "fíate de la Virgen, y no corras": qué divertido es navegar en pequeños barcos de vela, qué bonita la aventura... pero, cuando arrecie la tormenta, más preferirás estar en un barco grande que ni se inmute ante las olas... no sé, no le veo el sentido positivo que ves tú.

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    1. No sé si me he explicado bien. En cierto modo es algo negativo, lo de alabar el barco pequeño, en la línea de "no te aventures", pero lo salva el afirmar que los barcos grandes son más seguros al final. Todo ello desde el punto de vista de un campesino/poeta de un pueblo perdido de Grecia, que todo lo más que hizo en barco fue el recorrido (así se lo he dicho a los alumnos) desde Vilanova de Arousa hasta A Illa de Arousa, dos kilómetros todo lo más, y eso en toda su vida.

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