lunes, 18 de julio de 2016

En Oviedo I

Íbamos a hacer un viaje rápido a Oviedo, en principio tres horas. Pero en Mondoñedo nos sacaron de la autovía por la niebla (ni un cartel para avisar de la ruta) y luego me pasé kilómetros comprobando hasta donde aguantaba la reserva de gasolina, porque entre Mondoñedo y Oviedo no hay una pobre área de servicio: te tienes que salir y buscar por los pueblos -lo hicimos en Luarca y nos llevó varios kilómetros- las antiguas que los políticos han preservado para que los caciques locales mantengan sus cutregasolineras.
La cosa es que llegamos. Íbamos a tiro fijo, al Museo de Bellas Artes. Y donde nos paramos primero fue en este retablo de santa Marina (la que tiene un santuario de al lado de Allariz que no llegamos a visitar dos días antes, coincidencias de la vida), que resulta que es de dos autores:



Por ejemplo, aquí tenéis a la pobre santa Marina saliendo del dragón, que no ha podido digerirla:


Y luego, pues a mirar si las nubes nos recordaban a aquellas de Benavente:


Y en la sala de pintura del XVI, nos fijamos en la finura de esta cesta con la labor de coser:


O en este delicadísimo paisaje al fondo:


O en este descenso a los infiernos:




O en esta Asunción tan bonita de Pedro Berruguete:


Dios Padre sale de una especie de aureola verde:






1 comentario:

  1. ¿"Pobre Santa Marina"? ¡Pobre dragón, en todo caso, qué cara de tristeza!

    PD. Imagino que lo de las gasolineras lo dices en el sentido de "no se puede permitir que mi pueblo se quede sin gasolinera", pero de hecho el alcalde de una aldea de cuyo nombre compuesto no quiero acordarme, que con 82 años sigue cosechando mayorías absolutistas, es además el dueño de la gasolinera. Nada, que me hizo gracia tu frase...

    PD2. Piensa en que a los tractores los dueños, que no pueden meterlos por la autovía, también tienen que darles de comer :-)

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