Quis, inquit, has scaenicas meretriculas ad hunc aegrum permisit accedere, quae dolores eius non modo nullis remediis foverent, verum dulcibus insuper alerent venenis?La traducción es mía. él lo de las «meretriculas» lo dijo con más elegancia. Y qué bueno lo de los «dulces venenos». De hecho hablamos mucho en el curso varias veces del fármacon (φάρμακον), a la vez remedio y veneno (como la palabra droga o mejor droguería; o drug en inglés). Y también del farmakós (φαρμακός), el chivo expiatorio.
Quién -dijo- dejó acercarse a este enfermo a estas putillas histriónicas, que sus dolores no sólo con ningún remedio le iban a mejorar, sino que además le iban a alimentar con dulces venenos?
Se fijo sobre todo en la fascinante (para mí a partir de ahora, porque solo me sonaba vagamente, de todos ellos, Juan de Salisbury) escuela de Chartres del siglo XII. Y nos puso una representación chulísima de Alsacia, de las artes liberales rodeando a la Filosofía, con Sócrates y Platón justo debajo escribiendo (nada menos), Es del Hortus deliciarum. Esta:
Los de abajo, fuera del círculo son los poetas y los magos inspirados por el espíritu inmundo (poete vel magi spiritu inmundo instincti, pone. Con cuervos al oído): qué chulada.
Y habló de Virgilio como nigromante (y ahí asomó Dante), con lo que tocábamos otra vez el tema del poeta como adivino, que ya está en Píndaro y en Platón y que se puede enlazar con el tema de la inspiración.
Esta es la miniatura. En realidad, es una copia del s. XIX hecha a partir de un manuscrito (otro) destruido durante una guerra, en este caso la franco-prusiana
ResponderEliminarhttps://en.wikipedia.org/wiki/Hortus_deliciarum
Un abrazo
Ya lo he puesto, Chema, muchas gracias.
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