Hay algo de Astorga que está fuera de toda ponderación: La Purísima de Gregorio Fernández en la Catedral es quizá la imagen de la Virgen más bonita que haya visto en mi vida.
[estas fotos, de la wikipedia]
Como otras veces con Gregorio Fernández, me tendréis que creer (o ir vosotros a Astorga) sobre lo hermosa que es esa talla, porque en las fotos no es lo mismo (ya sé que suena a tópico, pero es especialmente asi con este escultor).
De mis penosas fotos quizá podáis sacar el poder fijaros en los pliegues metálicos y la delicadeza de los dibujos de la tela (es de madera, eh) y en los adornos en relieve del manto:
La expresión de la Virgen es de interioridad -no sé cómo decirlo mejor. No es ensimismamiento ni despiste, es algo muy bonito.
La conozco bien, y estoy de acuerdo contigo. Es hermosísima.
ResponderEliminarEs bellísima. De Gracia plena, sí.
ResponderEliminarEste año, a finales de agosto, seguimos el Camino de Santiago justo desde allí, así que la veremos.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto que es bella, estuvimos allí. Mis fotos han salido peor que las tuyas, así que no las pongo. El museo me recordó, en cierta manera, al de Jaca: mucho más de lo que parece o puedes esperar. No sé si lo conoces. No estuvimos, más que por fuera, en el de Gaudí.
ResponderEliminarAstorga me pareció una ciudad agradable, aunque esa es la impresión de una sola tarde, algo cansados después de quince kilómetros o algo más de andar. No había estado nunca y me suelen gustar, todavía, las ciudades o pueblos grandes en los que la oleada turística de años atrás, los planes urbanísticos o las visiones de sus dirigentes no han conseguido que sus plazas mayores estén ocupadas, casi de manera exclusiva, por filiales de bancos, franquicias de cadenas de comida rápida, o de telefonía móvil o establecimientos similares. Lleida, Teruel, Soria, eran así, aunque ya no lo son. Me pareció que Astorga todavía está en el periodo de transición hacia eso. En fin, que me pareció bien.
Un abrazo