Fui a una tesis a León y me volví.
Tuve una hora en Astorga [compruebo que hace unos años me paraba a ver el palacio episcopal de Gaudí y me contentaba con ver la Catedral por fuera y ahora, unos años después, lo que quiero es ver la Catedral y el palacio de Gaudí ni lo miro: mejoro, al menos en algo].
La oscuridad de la piedra por fuera esconde una catedral luminosa, aérea, airosa, limpia y cuidada. Ahí me di cuenta de cuánto echaba de menos ver una nave así, con unas bóvedas de esa altura y esa gracia. Estaba muy acostumbrado de pequeño, pero en Galicia no tenemos casi de eso:
El retablo era simplemente morrocotudo, aunque demasiado miguelangesco:
El Museo también era excelente, con muchas cosas interesantes y algunas excepcionales. Aparte de la tremendamente impresionante arqueta de san Genadio (una foto mía) nada menos que del año 900, yo me fijé en una imagen de Gaspar Becerra, el autor del retablo (y fijaos también en esta figurita miguelangesca), del santo titular de la diócesis:
En el detalle se nota mejor la finura de la talla y la policromía. Estamos tocando aquí los grandes escultores barrocos:
En el detalle se nota mejor la finura de la talla y la policromía. Estamos tocando aquí los grandes escultores barrocos:
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