lunes, 12 de noviembre de 2012

Medelhavsmuseet I

Me gustó mucho, muchísimo, el Museo de Arqueología Mediterránea de Estocolmo (en Suecia se distingue la Arqueología Clásica (=Mediterránea) de la Nórdica, que empezó muchísimo después, cuando el deshielo empezó a hacer habitable Thule). No es que tengan grandísimas cosas, pero lo que tienen está muy bien, es una delicia verlo.

Si en algo destacan, es en el arte de Chipre, gracias a las expediciones que hicieron allí (1927-31).

Yo a los chipriotas les tengo especial cariño, porque hice un trabajo de comentario de fragmentitos de historiadores de Chipre para una carísima edición y por ahí llegué a leer trabajos de Gjerstad, el arqueólogo principal de esta expedición sueca.

El de Chipre es un arte como a medio hacer, medio griego, medio oriental, con su propio encanto (que no es el de la perfección objetiva):



[Las mierdas de fotos son mías, claro, pero la web del museo es pésima, sin fotos ni nada; y en inglés es peor]

Pero sí que se podía decir que era absolutamente espectacular (dentro de ese encanto algo naif) la colección de terracotas del templo al aire libre de Ayia Irini, que existió entre el 1200 a. C. y el siglo I a. C., cerca de Soli. La mitad de las 2000 figuritas que se encontraron en círculo alrededor del altar se las llevaron -legalmente- a Estocolmo. Todos con los pómulos salientes y cejas prominentes:





(hice lo que pude con los reflejos del cristal)

Y esto es de un panel que fotografié, para hacerme una idea de como sería ese santuario al aire libre:


Y hay buenas fotos de algunas figuras aisladas aquí. Y, por cierto, que tienen una cafetería absolutamente espectacular.

1 comentario:

  1. Qué bonitas.
    Las de la segunda eme de foto (que lo dices tú, a mí me parecen todas estupendas) se parecen muchísimo a las figuritas a caballo mallorquinas. Son muy típicas, las llaman siurells porque tienen un silbato y las siguen haciendo exactamente así.

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