Me acordé ayer de una cosa que decía mi padre riéndose, cuando alguno nos echábamos a llorar:
—mira, mira, está llorando como se ríen en Francia.
Tengo fresco ese pasaje emocionantísimo de la
Odisea (la hemos estado comentando a toda prisa en unas pocas clases, en la excelente traducción de Pabón) de la muerte de Argo, el perro que ha estado esperando veinte años a su amo:
bien a Ulises notó que hacia él se acercaba y, al punto,
coleando dejó las orejas caer, mas no tuvo
fuerzas ya para alzarse y llegar a su amo. Este al verlo
desvió su mirada, enjugóse una lágrima
δὴ τότε γ', ὡς ἐνόησεν Ὀδυσσέα ἐγγὺς ἐόντα,
οὐρῇ μέν ῥ' ὅ γ' ἔσηνε καὶ οὔατα κάββαλεν ἄμφω,
ἄσσον δ' οὐκέτ' ἔπειτα δυνήσατο οἷο ἄνακτος
ἐλθέμεν· αὐτὰρ ὁ νόσφιν ἰδὼν ἀπομόρξατο δάκρυ, (17.301-304)
A Ulises se le escapa una sola lágrima (no puede darse a conocer, tiene que resistir oculto en su apariencia de mendigo), pero se domina
desviando la mirada: eso hacía con nosotros mi padre, conseguir que nos despistásemos de lo que nos había hecho echarnos a llorar.
Ya me gustaría matricularme en tus clases, ya...
ResponderEliminarBuena técnica esa del despiste. Anoche, utilizaba yo la de hacer cosquillas cuando, por una chorrada cualquiera, lloraba mi hija pequeña. Aunque no quieren se rien. ¡O se rie o se llora!- les riño muy serio. Se desconciertan, y lás más de las veces se les corta el llanto, y yo me lo paso pipa, claro.
Supongo que habrá que hacer el pino para conseguir que no lloren: se compensa el esfuerzo cuando se ríen.
ResponderEliminarMe quedo con la fórmula de tu padre, estoy deseando poder aplicarla.
ResponderEliminarUn buen padre, el que enseña a sus hijos a su dueños de sus ojos.
ResponderEliminarSí, es una fórmula muy buena, Juanjo.
ResponderEliminarGregorio, me gustó mucho lo que escribías ayer sobre la atención.
Y por cierto que leyendo tu libro sobre Leo Strauss, me parece que estoy en un nivel distinto de atención, absorbido por las cuestiones que vas tratando.
Extremoduro, en cambio, decía:
ResponderEliminarDecidí
Aprender a hacerme yo la maleta
para poder vivir.
Hoy lloré
se me habrá metido un poco de arena
eso no es para mí.
Gracias por este post. Magnífico.
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