1. No participar en los sacrificios paganos:
Daniel, 1, 5-16 [Nabucodonosor, rey de Babilonia, sitia Jerusalén y se lleva a jóvenes hebreos para que le sirvan]: El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino de su mesa. (…) El jefe de los eunucos les puso nombres nuevos: Daniel se llamaría Beltsassar, Ananías Sadrak, Misael Mesak y Azarías Abed Negó. Daniel, que tenía el propósito de no mancharse compartiendo los manjares del rey y el vino de su mesa, pidió al jefe de los eunucos permiso para no mancharse. (…) Al cabo de los diez días se vio que tenían mejor aspecto y estaban más rollizos que todos los jóvenes que comían los manjares del rey. Desde entonces el guarda retiró sus manjares y el vino que tenían que beber, y les dio legumbres.2. Valor real del sacrificio animal: crisis de la idea:
Oseas 6, 4-6 ¿Qué he de hacer contigo, Efraím? ¿Qué he de hacer contigo, Judá? ¡Vuestro amor es como nube mañanera, como rocío matinal, que pasa! Por eso les he hecho trizas por los profetas, los he matado por las palabras de mi boca, y mi juicio surgirá como la luz. Porque yo quiero misericordia, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos.3. El rechazo del sacrificio griego: la realización de una muerte que se opone a ese anti-sacrificio:
1 Mac. 2, 15-25 Los enviados del rey llegaron a la ciudad de Modín para los sacrificios. [Matatías y sus hijos se niegan a hacer sacrificios ‘griegos’] Un judío se adelantó, a la vista de todos, para sacrificar en el altar de Modín, conforme al decreto real. Al verle Matatías, se inflamó en celo y se estremecieron sus entrañas. Encendido en justa cólera, corrió y le degolló sobre el altar. Al punto mató también al enviado del rey que obligaba a sacrificar y destruyó el altar.(...)4. El ideal original de no comer carne:
1 Mac. 4, 36-54 Judas y sus hermanos dijeron: «Nuestros enemigos están vencidos; subamos, pues, a purificar el Lugar Santo y a celebrar su dedicación.» Se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión. (…) Ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido un sacrificio conforme a la Ley. Precisamente fue inaugurado el altar, con cánticos, cítaras, liras y címbalos, en el mismo tiempo y el mismo día en que los gentiles la habían profanado.
Isaías, 11, 1-8 Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh. Y le inspirará en el temor de Yahveh. No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas. (…) Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja. Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano.5. La especificidad de la muerte de Cristo: obediencia de sacerdote al Padre:
Hebreos, 5, 1-10 Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados; y puede sentir compasión hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto en flaqueza. Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por los del pueblo. Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón. De igual modo, tampoco Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de quien le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec. El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, y aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen, proclamado por Dios Sumo Sacerdote a semejanza de Melquisedec.
Bibliografía general del curso
Bibliografía básicaBurkert, W., Religión Griega arcaica y clásica (Madrid, 2007: 77-85).
Mikalson, Jon D., Ancient Greek Religion (Oxford, 2005: 22-29).
Bremmer, Jan. N., La religión griega. Dioses y hombres: santuarios, rituales y mitos (Córdoba, 2006: 69-81)
Bruit Zaidman, L. / Schmitt Pantel, P., La religión griega en la polis de la época clásica (Madrid, 2002: 23-31 y 141-149)
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Monografías
Burkert, W. Homo Necans: The Anthropology of Ancient Greek Sacrifical Ritual and Myth (Los Angeles, 1983)
Detienne, M., Vernant, J.-P., La Cuisine du sacrifice en pays grec (Paris, 1979)
Fortenbough, W. W., “Theophrastus: Piety, Justice and Animals”, en Theophrastean Studies (Stuttgart, 2003: 173-92)
VV. AA. Le sacrifice dans l'Antiquité (Vandoeuvres - Genève, 1981)
Georgoudi, S., Piettre, R. K., "Sacrificing to the Gods: Ancient Evidence and Modern Interpretations", en J. N. Bremmer, A. Erksine (eds.), The Gods of Ancient Greece (Edinbugh, 2010: 92-105).
Prescendi, F., "Promethée fonde-t-il le sacrifice grec? En relisant Jean Rudhardt", en U. Dill, C. Walde (eds.), Antike Mythen, Transformationen und Konstruktionen (Berlin, 2009: 81-95)
Por ver
S. Georgoudi, "L'occultation de la violence" dans le sacrifice grec: donées anciennes, discours modernes" en S. Georgoudi, R. Koch Piettre, F. Schmidt (eds.), La cuisine et l'autel: les sacrifices en questions dans les sociétés de la Méditerranée ancienne (Turnhout: Brepols, 2005: 115-47)
M. Hénaff, Le prix de la vérité. Le don, l'argent, la philosophie (Paris, 2002)
Wolfgang Palaver, "Religion und Gewalt. Walter Burkert und René Girard im Vergleich,", en A. Bierl, W. Braungart (eds.), Gewalt und Opfer: im Dialog mit Walter Burkert (Berlin, 2010: 247)
Recomiendo la lectura del libro primero de Critica Religiosa de Voltaire publicado enBarcelona s.a.(pero uno de mis ejemplares lleva un sello de la Generalitat de 1938con un incremento del 55%) por Antonio Roch, Editor en traducción (muy buena) de Dn Manuel Gil de Oto.
ResponderEliminarLos escritos de crítica religiosa de Voltaire son poco conocidos y no se de ninguna edición posterior. El juicio que le merece la "cultura" hebrea comparada con la clásica es digna de ser leida y meditada.