miércoles, 4 de abril de 2012

Tomar alientos

Era una oración de la Misa del lunes santo:
Da, quaesumus, omnipotens Deus,
ut, qui ex nostra infirmitate deficimus,
intercedente Unigeniti Filii tui passione, respiremus.
Y esta es una traducción mía literalista:
Da -pedimos- Dios omnipotente,
que los que por nuestra debilidad desfallecemos,
por la intercesión de la pasión de tu Hijo Unigénito, volvamos a respirar.
Monseñor Knox lo tradujo así:
Fainting, thou seest us, Almighty God;
so many perils about us, and we so frail!
Let but the Passion of thy only-begotten Son come between,
to grant us breathing space.
(hay que recordar que en el texto previo ponía que desfallecemos in tot adversis 'en tantas adversidades').

El problema es traducir 'respiremus', por eso de los falsos amigos: 'volver a tomar aliento', 'recuperar la respiración', los ánimos.
Y me acordé de fray Luis:
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
Y qué consuelo para los que estamos cansados ya el Lunes Santo.


1 comentario:

  1. Muy hermosa la entrada.

    Desde luego, es más gráfico tomar aliento que respirar.

    Esta sensación en ocasiones de que nos falta el aire...

    Saludos

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