lunes, 30 de enero de 2012

Almas vomitadas

Este texto admirable del libro del padre Gracián:
[Los verdaderos efectos del amor h]állanse en almas puras, que viven con seguridad de conciencia; y llamo seguridad de conciencia cuando una persona no sabe que tenga pecado mortal que no haya confesado. Nacen del amor de Dios y del prójimo y (hablando propiamente) dalos el Señor como dádivas graciosas a quien él quiere y cuando quiere, y de ordinario los comunica a los que han padecido por él. Porque así como la rosa nace entre espinas, el ámbar gris es vómito de ballena asquerosa, la algalia se saca de partes muy sucias del gato, el carbunclo dicen que se halla en la cabeza de un sapo, la miel la labran abejas que hieren con sus aguijones y la seda gusanos muy feos; así estos gustosísimos, preciosísimos y divinos efectos del amor de Dios se hallan en almas vomitadas del mundo, atribuladas y perseguidas. (p. 235)

Y para quien tenga interés, hay un blog monográfico sobre él.

4 comentarios:

  1. Me ha encantado eso de "que no haya confesado". Muy aleccionador. ¡Qué confianza en eso que hoy llamamos Sacramento de la Reconciliación...!

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  2. Sí, sí, eso es lo fundamental. Si hubiera dicho que eso pasa con los inocentes habría tenido razón, pero con esto nos da esperanzas a los demás (aunque pasando por el sufrimiento, ay).

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  3. Se comprende que fascinara a Sta. Teresa.
    Y sí que es consolador que diga 'almas puras' no de las que nunca pecaron, sino de las confesas.
    (como en el anuncio de Perlán, que no puedo evitar oirlo "vuelto" a lo Isaías: ¿Es nueva? No, es lavada de su escoria como con lejía... ejem, perdón)
    La ballena asquerosa y los gusanos muy feos me encantan. Gracias por el blog monográfico (y por el tuyo poligráfico, claro).

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