lunes, 7 de junio de 2010

Es tonto decirlo

pero al venir el otro día hacia Manchester desde Londres, me ilusionó ver en la autopista el nombre de Beaconsfield.
Y entramos un poco en Oxford y me dio mucha alegría ver un cartel que dirigía a Littlemore.
Y ayer pasamos por una aldea: Mottram. Y una tortuga con diamantes incrustados pasaba volando por encima.

4 comentarios:

  1. Pobre tortuga... La recuerdo con inmensa pena, ¿sabes? Eso de transformar un ser vivo en una joya, en una especie de objeto; es como un summun del amor por el Mundo; como esos banquetes romanos de lenguas de flamenco y cosas así...

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  2. El Rey de Mottram. ¿Le caerían mal los de Mottram a Waugh.? ¿Tiene pinta de pueblo de nuevos ricos?

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  3. La tortuga era importante para caracterizar a Mottram, un yuppi sin alma. Y el pueblo de Mottram es muy bonito y la zona parece de gente de dinero.

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