miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tres cementerios

Esta vez no fui al cementerio grande, a Boisaca, a rezar por los difuntos y por Valle, pero sí que estuve en otros tres cementerios de Santiago, que aquí tenemos de todo y por triplicado.
El domingo, con Suso, en Conxo (no cuenta en el trío de cementerios de Santiago, porque antes era un pueblo independiente), pasamos un rato agradable comentando las tumbas: nombres, extrañas imágenes y un mausoleo enorme neorrománico que resultó que cobijaba a un matrimonio con pinta de gente de toda la vida, gente pobre y decente, la señora la típica anciana con un pañuelo negro en la cabeza, la típica abuela que no piensas que se vaya a hacer un mausoleo neorrománico por todo lo alto.
Y aquí la foto de un nicho en el que nos paramos. Centros de flores eternas, cristos búdicos y extraños ready-made:



Y el día 2, Mario avisó de que estaban abiertos los dos cementerios recónditos, el de la Cofradía del Rosario, en Bonaval (pero me lo encontré cerrado: lo vi desde arriba, desde el parque):



Y el de la Orden Tercera Franciscana, que está cerrado todo el año menos estos días. Y ahí me encontré un paisaje del ochocientos, con un mausoleo en el centro de una señora benefactora (muerta en 1837). Había lápidas con incripciones legibles y otras borradas hasta el Juicio Final. Y una muy graciosa en la que un señor había puesto, más que sus datos, una carta en la que le nombraban Proveedor Pontificio.
Una foto con el mausoleo de la benefactora en el centro:



Y esta pared de nichos con humedad a espuertas:


1 comentario:

  1. Qué bonito el cementerio de Bonaval, ese crucero. El de la Orden tercera en cambio, con esa señorona siempre en medio y todos mirando para ella, es claustrofóbico, un espanto.
    Me gustaron mucho también las fotos de tu calle (qué suerte esa vista al salir cada día) y los dinteles de la del Espíritu Santo. Preciosa la foto trinitaria, quien viva allí por fuerza ha de ser especial.

    Muchas gracias. Qué bien estos paseos.

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