Visitamos el cementerio de Santiago. Tenía interés en ver la tumba de Valle-Inclán y la hemos visto; incluso hemos rezado un padrenuestro y un avemaría, a ver si por fin sale del Purgatorio después de lo que tiene que purgar por su literatura pastelosa y sobre todo por haber llamado Don Benito el Garbancero al inmarcesible Galdós. Un insulto injusto de un jovenzuelo al patriarca de las letras, que además le había ayudado. Lo triste es que el insulto tuvo gran trascendencia en la literatura española: Galdós quedó como un representante de lo paleto, cuando es uno de los grandes de la historia de la literatura mundial; todavía hay gente que dice que es mejor Valle, pero de todo tiene que haber en la viña del Señor y ya vemos en qué estado lamentable está la literatura española por haber seguido a escritores como Valle.
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