Con Edel, una irlandesa de nombre élfico (y no sé si será como en Innisfree, pero por ahí le andará), el hecho es que se casan hoy en Irlanda.
Más o menos coincidimos Teo y yo en la Facultad en Valladolid; a él ya le tiraba el norte y por eso estudió alemán y yo me quedé con el sur latino y griego; y por eso ha estado tiempo en Alemania y años en Islandia y en Noruega y tiempo y eternidad ahora (pongámonos pedantes) en la verde Irlanda. Y gracias a tanto años de estudio ha hecho ya varios libros sobre lengua y literatura islandesa, la más antigua y valiosa de las literaturas nórdicas antiguas.
Más o menos coincidimos Teo y yo en la Facultad en Valladolid; a él ya le tiraba el norte y por eso estudió alemán y yo me quedé con el sur latino y griego; y por eso ha estado tiempo en Alemania y años en Islandia y en Noruega y tiempo y eternidad ahora (pongámonos pedantes) en la verde Irlanda. Y gracias a tanto años de estudio ha hecho ya varios libros sobre lengua y literatura islandesa, la más antigua y valiosa de las literaturas nórdicas antiguas.
Y en Madrid, en clases de noruego (que no todo el mundo sabe alemán, noruego e islandés, además del inglés) es donde conoció a Edel: bien élfica la historia, como la de Beren y Luthien: uno de Viana de Cega -castellano viejo- y una irlandesa.
Y para que no todo sea tan frío, ahora estaba viviendo en Ciudad Real: vueltas que da la vida, que ahí estuve yo también hace ya años.
Pero donde le conocí fue en la mili. Y luego cuando charlábamos por Valladolid. Y aquellos paseos con unos niños y sus monitores por el Pinar de la Rubia.
Y para que no todo sea tan frío, ahora estaba viviendo en Ciudad Real: vueltas que da la vida, que ahí estuve yo también hace ya años.
Pero donde le conocí fue en la mili. Y luego cuando charlábamos por Valladolid. Y aquellos paseos con unos niños y sus monitores por el Pinar de la Rubia.
Pero hace años que no coincidimos: el que estoy en el norte (del sur) soy ahora yo.
Y desde este blog, que sirve para un roto y un descosido, quiero mandaros un saludo muy cariñoso y el deseo de que seáis muy felices. Y que podamos celebrarlo, en Ciudad Real, en Santiago o en Irlanda, tanto me da.
¡Qué hermoso! Felicidades a Teo y Edel, y a ti por la entrada.
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