sábado, 29 de agosto de 2009

Iglesias de Praga

Hay muchas y bonitas, aunque puedes acabar agotado del barroco tan excesivo de casi todas: san Nicolás de Malá Strana, san Nicolás de Stare Mesto [que se la dieron a los de la iglesia nacional checoslovaca [sic] esos masonazos de la 1ª república en 1920], santo Tomás, el Salvador, Santiago, San Gil, san Clemente: Praga de las 100 torres, con poco románico, poco gótico, casi nada de renacimiento y casi todo barroco.
Aparte de la Catedral quizá la iglesia más impresionante sea la de san Nicolás de Malá Strana, con un techo ilusionista como los del Gesù o san Ignacio de Roma y los cuatro padres de la iglesia oriental en los pilares que sostienen la cúpula: los checos son eslavos, evangelizados por san Cirilo y san Metodio, pero están en la órbita de occidente y casi todos en la iglesia latina.
Y luego merece la pena sobre todo la de Tyn, con unas torres imitadas en otras iglesias de la ciudad y  un poco de exin castillos y un interior muy bueno; allí está la tumba de Tycho Brahe, en la que pone como lema:
Esse potius quam haberi
Es mejor ser que ser considerado.
Y luego este texto:
Non fasces nec opes
sola artis sceptra perennant.
Ni poder ni riquezas:
solos los cetros del arte perduran.
Y busco en el Lewis & Short el verbo perenno y citan esta frase de Ovidio (Arte de Amar, 3.42): arte perennat amor, que le regalo a quien la quiera, porque es bien bonita: por el arte perdura el amor.

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