viernes, 10 de abril de 2009

No era necesario

2. Esto que leí de El Señor de Romano Guardini (Rialp, 1958, 393-4):
El Mesías ha llegado, pero la forma en que se llevará a cabo su obra depende de las disposiciones humanas. La oposición del mundo no le permite ser el príncipe de la paz, cuya venida haría brotar la exuberante floración anunciada por los profetas. He aquí por qué la razón de ser de su vida es la entrega de sí mismo, la cual hubiera debido expresarse mediante un amor que hubiese transformado los corazones y ha de convertirse, en cambio, en oblación entre las manos del enemigo. El Mesías se convierte en Aquel que sucumbe. Su sacrificio íntimo tórnase sacrificio de muerte.
3. Y esto de una entrevista a René Girard.

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