miércoles, 1 de abril de 2009

La visión burguesa del amor

Se entiende muy bien el escándalo del periódico, del decano y hasta del Rector: están molestos; a quién se le ocurre salirse de la fila, quién le ha dado vela a ese catedrático molesto que no adoctrina con el marco común del pensamiento burgués (en su versión de izquierdas -el PSOE y de derechas -el PP):
¿Pero no habíamos llegado al consenso de que lo importante es no poner barreras al libre ejercicio de la sexualidad? Para ello, necesariamente hay que contar con medios anticonceptivos, y en caso extremo, habrá que recurrir al aborto, que no deja de ser un mal, pero qué vas a hacer si no; qué vas a hacer si se queda embarazada tu niña: es un trago, pero qué vas a hacer [quizá esto, pero no es muy burgués apechar con situaciones así].
Cuando les dices que lo ideal es el amor de varón y mujer en el matrimonio, para toda la vida, una vida de entrega del uno al otro y que esté abierta al don de los hijos, se sonríen. Sería bonito, sí, pero pocas veces pasa.
Por otro lado, les dices: la vida es inviolable, el aborto hay que rechazarlo en todos los casos (digo todos y me refiero a todos, sin excepción posible, también los niños con síndrome de Down, por ejemplo) y lo comprenden, pero quizá teman y busquen excepciones.
Les explicas que los métodos anticonceptivos pueden fallar, que la regulación natural de la natalidad es una vía (no necesariamente buena, porque lo importante es el respeto entre marido y mujer, también en el terreno sexual, no los métodos), que la decisión sobre los hijos es del matrimonio, que no hay por qué tener los máximos posibles, que ya lo explicó Pablo VI en la Humanae Vitae (que nadie ha leído) y piensan que deliras: tú no comprendes lo duro que es criar a un hijo (y ya no digo tres, cinco o siete), es muy cómoda tu postura, tú que no tienes hijos. Y es verdad, y yo me asombro al ver el esfuerzo que hacen amigos míos por sus hijos, lo que les condiciona la vida. Pero aun así.
Muy bien: ¿y una postura intermedia? Aborto no, pero anticoncepción sí. Bueno, no sé si en general será posible en la práctica, el hecho es que no parece lo ideal. No quiere decir que no lo comprenda, me puedo poner perfectamente en el lugar de los que se encuentran en la situación, de recurrir a la contracepción, pero no voy a decir que sea lo mejor.
Yo sólo digo que todo el mundo puede actuar mal y saberlo, pero que todo tiene consecuencias.Y a los que de verdad queráis entrar a fondo en este cuestión, os recomiendo la Teología del cuerpo de Juan Pablo II [aquí un muy buen artículo en la wikipedia] y la Ética de la procreación de Rhonheimer.
Y os pido que no os amoldéis, por favor, al consenso burgués, de izquierdas o de derechas.

8 comentarios:

  1. Muy buen post. Es de los que dan para varios días de lectura.

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  2. Gracias por el comentario y porque puedo enlazar ahora a tu blog, que te había perdido un poco la pista 8en lo bloguístico). Saludos

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  3. Hola Ángel, voy a aprovechar un poco el post anterior para consultarte una duda para la memoria del CAP sobre un caso parecido al del profesor de Biología de estos días. Seguí la polémica a través de Xornal (lo regalan en el tren...), imagino que es un tema complejo. No entro en las posiciones de las dos partes,la tendencia natural es defender la libertad de cátedra del profesor, supongo que rector y decano deberían haber tenido más altura y el profesor debió evitar los cursos oficiales-extraoficiales-que-si-que-no, pero aprovechando que das clases en la Usc a ver si puedes aclarar un poco ese tema aunque sea sin entrar en este caso concreto. Cuales son los límites que se os imponen, es más, ¿qué es la libertad de cátedra?
    No hace tanto en Derecho también en Santiago creo que hubo denuncias entre compañeros de departamento por los temarios. ¡Un lío! Lo he explicado fatal pero espero que me veas venir.

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  4. Nes, yo no tengo muy claro qué es la libertad de cátedra; por suerte yo nunca he tenido problemas; siempre he procurado que las clases no fueran de adoctrinamiento: yo doy clase del temario y punto, desde mi 'cosmovisión', pero intentando enseñar, no 'dar propaganda'. Los temarios los aprueba el consejo de Departamento, así que la libertad de cátedra no es absoluta.
    Yo reaccioné con fuerza ante ese episodio porque me pareció un ataque directo a la libertad de cátedra (incluso la limitada que existe; me suena que hay alguna sentencia por ahí que la limita, no sé hasta qué punto, supongo que será la Constitución, digo yo), hecho sin oír al profesor y por motivos peregrinos (todo el argumento de los horarios sonaba a actitud farisea del Decano). Yo no sé si es lo mejor hablar de métodos anticonceptivos en asignaturas (más en concreto en este caso en cursos extraacadémicos) de Biología, pero el hecho es que los métodos anticonceptivos están en el programa oficial de secundaria de las asignaturas de Ciencias Naturales (por no hablar de otras asignaturas). Aquí me parecía que había habido un intento de linchamiento de alguien que decía cosas sensatas, pero distintas del discurso mediático oficial (que se resume en: condón= bueno siempre y necesario / aborto = mal necesario). Por eso me lancé en plancha, porque creía que ayudaba a defender la libertad de todos

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  5. Este asunto tiene enjundia. A mí me ocurre que, tal como lo planteas, me convence del todo, pero luego en el día a día, según veo, resulta difícil su aplicación. Conozco matrimonios que no usan métodos anticonceptivos por razones morales y, como ella no tiene un período regular, es imposible usar métodos naturales. Total, que en una confesión me contó ella que tiene miedo cuando su marido se le acerca, pues tienen doce hijos ya. Por eso, creo que lo que plantea la Humanae vitae es el ideal al que hay que tender, porque es hermoso, pero si uno se empeña en realizarlo a rajatabla en vez de tomarlo como aquello a lo que hay que tender, puede producir más perjuicios que beneficios. En fin, no sé.

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  6. Sí, es un tema muy difícil; y no seré yo quien me ponga a acusar a otros de lo que me parece a mí difícil, pero en la Humanae Vitae se explica cómo es fundamental el respeto entre los esposos, que pasa a veces por la continencia, cosa que no parece que pasase con esa mujer y su marido, mirando desde fuera.
    Pero ya digo, es un tema muy costoso; el otro día hablaba con un amigo de que vivir la doctrina de la Iglesia en esto y ahora es heroico.

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  7. Qué buen artículo, la verdad, Ángel. Magistral, redondo. Estoy muy de acuerdo con todo lo que dices. Sí, yo creo que lo que proclama la Iglesia Católica es heroico, y si lo defiendes en público, pues te linchan, como ha sucedido con este profesor. Es un tema tabú, en el que si no comulgas con las ruedas de molino de la "oficial" que tú resumes con acierto, te tildan de todo, pero nada bueno.
    Es una cuestión que da para un interesante debate, y para estudiar mucho, y que presenta ramificaciones interesantes, por ejemplo en el campo del Derecho (i.e. objeción de conciencia). Recientemente, un amigo mío urólogo (padre de cinco hijos) en un hospital público de Madrid, ha tenido problemas por negarse a practicar vasectomías. Le han dicho que "se lo piense", porque si no, se tendrá que marchar. Que total, qué más da, si lo piden varones adultos en su sano juicio, y no hacen daño a nadie...
    Es un tema muy actual, y cada vez se van a plantear más casos. Lo que pasa es que hay que hacerlo de forma inteligente, y no en plan masivo, como cuando la famosa Educación para la Ciudadanía...

    Como verás, Ángel, se me ha ido el hilo. Lo siento.

    Sólo apostillo que es muy bueno el libro "Roma, dulce hogar" del matrimonio Hahn, en que cuentan cómo su acercamiento a la Iglesia Católica vino a través de su doctrina sobre moral sexual, porque la consideraron como la más amoldada a la verdad del hombre (Juan Pablo II) y la más conforme también con la Sagrada Escritura.

    Perdón por la perorata.

    Verónica

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  8. No, no, Verónica, está muy bien lo que dices, sobre todo el ejemplo de los Hahn, muy al pelo.

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