La cocina blanca con una ventana al huerto verde (de este mes de marzo la gente dirá: ¿te acuerdas del de 2009, del sol, del campo verde y las flores de los frutales?).
En el medio, la cocina económica, que daba un calorcillo mínimo y acogedor.
Queso de Arzúa y chorizo.
La madre, de pelo blanco, parecía la señora del castillo. Serena, ya de vuelta de tantas cosas.
Y llegaron dos niñas. La mayor, a sus cinco años, no se asustó y me dio un beso en la barba.
En el medio, la cocina económica, que daba un calorcillo mínimo y acogedor.
Queso de Arzúa y chorizo.
La madre, de pelo blanco, parecía la señora del castillo. Serena, ya de vuelta de tantas cosas.
Y llegaron dos niñas. La mayor, a sus cinco años, no se asustó y me dio un beso en la barba.
¡Oh!
ResponderEliminar¡Oh!, digo yo también. Pero falta algo, ¿no?... (Aquí unas risas).
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