Salimos de Santiago de mañana; y casi no veíamos entre la lluvia en suspensión, entre la niebla y la oscuridad que prometía quedarse. Y en el avión, cuando cruzamos las nubes, allí estaba el sol radiante, que parecía imposible (os dejo a vosotros que saquéis la moraleja que queráis) sobre un desierto de nubes densas, de armiño, de nieve. A mí me recordaban a los páramos de Castilla (de pueblo que es uno), nubes que formaban mesetas y valles excavados para que se tirasen los ángeles por las cuestas, como nosotros en Castro, por las laderas de polvo.
Y en Madrid fuimos al lado de las Cortes a comer un pincho (yo me había pimplado antes un CBO, que no estuvo a la altura de mis recuerdos) y de allí al Thyssen. Íbamos con indicaciones de gente sensible sobre lo que no podíamos perdernos allí. Cito dos cuadros:
El florero de Hans Memling, que es eso y mucho más.
Y La Piedad de Ribera (como es lógico, nadie mira a Jesús muerto; y qué dolor tan inmenso).
Y en Madrid fuimos al lado de las Cortes a comer un pincho (yo me había pimplado antes un CBO, que no estuvo a la altura de mis recuerdos) y de allí al Thyssen. Íbamos con indicaciones de gente sensible sobre lo que no podíamos perdernos allí. Cito dos cuadros:
El florero de Hans Memling, que es eso y mucho más.
Y La Piedad de Ribera (como es lógico, nadie mira a Jesús muerto; y qué dolor tan inmenso).
Maravillosos ambos. Por cierto, y no cuentas qué tal la vuelta, hoy que aquí en Madrid estamos cubiertos por un manto blanco.
ResponderEliminarQué envidia de Thyssen. A Ribera le «conozco» de hace algunos años y no me sorprende la belleza de sus pinturas, pero Hans Memling es todo un descubrimiento. Bellísimo el cuadro.
ResponderEliminarRibera es de los grandes, grandes.
ResponderEliminar¡Qué hermoso lo de las nubes!
Memling es extraordinario.
ResponderEliminarVale la pena ir a Brujas sólo para ver sus pinturas en el antinguo hospital de San Juan. Aquí una muestra:
http://www.terminartors.com/memlingmuseum-sint-janshospitaal-bruges-840-m
Y también en el Groeninge Museum, donde hay la mayor concentración de primitivos flamencos: Van Eyck, Van der Weyden, David,... Una maravilla.
Preciosos los ángeles tirándose por las cuestas bajo el sol radiante.
ResponderEliminarY muy fino lo del "pincho", mucho más elegante, dónde va a parar. En esos detalles se descubre al buen escritor.
De la impresión del Ribera todavía no me he repuesto. Y ese florero ¿verdad? ¿Qué será lo que tiene ese florero? Y la Santa Rosalía de Murillo, que es un prodigio...
Me temo que nunca habrá modo de llegar a los Sisley, a no ser que se empiece al revés. Igual en tu próximo viaje. Tú cuenta conmigo que, con croquetas y sin croquetas, me apunto volando.