Como en otros sitios (y blogs) aquí también nevó ayer*, aunque poco: y esta mañana había una capa de rocío también muy decorativa, como un tapete de puntillas sobre la inmensa tele cuadrada.
Y ahora sobre el Pedroso, nubes nacaradas de rosa como las caracolas que ponían encima de la cómoda, junto a la máquina de coser.
*Y que conste que con ello no quiero poner en duda en absoluto la doctrina del CCPPH [Cambio Climático Producido por el Hombre].
Y ahora sobre el Pedroso, nubes nacaradas de rosa como las caracolas que ponían encima de la cómoda, junto a la máquina de coser.
*Y que conste que con ello no quiero poner en duda en absoluto la doctrina del CCPPH [Cambio Climático Producido por el Hombre].
Yo nací en un pueblo donde nunca nevaba y yo quería que nevase como en las películas.
ResponderEliminarDespués fui a Madrid, donde me decían que nevaba mucho en invierno: quizá en la época de Carlos III, desde luego en los años setenta no.
Por fin fui a vivir a Pamplona... donde sí nevaba, aunque ya no tanto. Claro que siempre te podías acercar al monte, y así lo hice el primer año (qué bien nos lo pasamos en Belagua).
Y los años pasan, y cae nieve en Pamplona, cae más nieve, y no puedo sacar el coche, y necesito el coche...
Qué razón tenía aquel argentino (mirad este enlace):
http://www.la-arania.com/Humor/DiarioDeUnMarplatense.htm