1. En la Misa de hoy, esto del Libro de Job:
3. Y ya que ella no lo hace, lo haré yo, que no la conozco (aunque la admiro): en la procelosa web navegan desde hace unos días varios poemas de Rocío Arana (uno excelente a sus padres) y además dice que los va a publicar pronto en libro. Esto se une al nuevo libro de Eloy Sánchez Rosillo (y varios poemas se pueden oír aquí, vía Di amigo etc.) y al de Jon Juaristi. Yo estoy con la reedición del de Zbigniew Herbert, la tercera pata de la poesía polaca (con Szymborska y Milosz) que me está conmocionando (llegué a él gracias a don Cógito, que ahora ya sé por qué se llama así).
El Señor habló a Job desde la tormenta: « ¿Has mandado en tu vida a la mañana o has señalado su puesto a la aurora, para que agarre la tierra por los bordes y sacuda de ella a los malvados, para que la transforme como arcilla bajo el sello y la tiña como la ropa; para que les niegue la luz a los malvados y se quiebre el brazo sublevado?2.Vía el blog Moniales, estas excelentes fotos que les hizo Toni Greaves; lo borda esta fotógrafa. [entrad en su web, especialmente en los retratos de las monjas]. Y si veis estas fotos y os rebeláis por la insultante juventud perdida de algunas de las protagonistas, es que tenéis un problema.
3. Y ya que ella no lo hace, lo haré yo, que no la conozco (aunque la admiro): en la procelosa web navegan desde hace unos días varios poemas de Rocío Arana (uno excelente a sus padres) y además dice que los va a publicar pronto en libro. Esto se une al nuevo libro de Eloy Sánchez Rosillo (y varios poemas se pueden oír aquí, vía Di amigo etc.) y al de Jon Juaristi. Yo estoy con la reedición del de Zbigniew Herbert, la tercera pata de la poesía polaca (con Szymborska y Milosz) que me está conmocionando (llegué a él gracias a don Cógito, que ahora ya sé por qué se llama así).
En la Casa de la Trisca puedes pedir la llave de la terraza en conserjería son problma y al llegar se ve toda la huerta de las monjas ¿dominicas? del Convento de Belvís. Las dos veces que fui había algunas agachadas trabajando y yo que no soy muy piadoso, me quedé mucho tiempo mirándolas, era relajante, estaban tranquilas.
ResponderEliminarGracias, Andrés, por la pista: de la fotografía a la realidad. Ya te contaré: me gusta mucho la zona de Belvís y me gusta mucho ese convento, pero la huerta no la conozco.
ResponderEliminar¡¡¡GRACIAS!!!
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada de hoy. Las veces que he estado en conventos de clausura se respira alegría y paz. Nada de juventud perdida, ¡todo lo contrario!
ResponderEliminar