sábado, 3 de mayo de 2008

Capilla de san Roque

Ayer pasaba por la calle de san Roque (aquí tenéis un mapa) y vi que la capilla estaba abierta.
Resulta que ahora se puede visitar de lunes a sábado y de cuatro a siete de la tarde. Hay una chica de mi edad que además la explica (y muy bien). Yo sólo había estado una vez, en un concierto de música sefardí, pero ahora me pude acercar y hasta entrar en el retablo de Simón Rodríguez.
Es un barroco que ya está dando en rococó, pero lo mejor es que el retablo de dos dimensiones ha pasado a tres: los lados se han abierto y forman un espacio que envuelve el altar. No sólo eso: hay dos escaleras para meterse por dentro y subir a venerar la imagen de san Roque (¡patrono de Santiago! al que la ciudad cumple un voto desde hace casi 500 años).
Esa imagen ahora la han dejado abajo (es bastante buena, de Gambino) y en su lugar han puesto un relieve bastante bueno. En un altarcillo hay otra de san Sebastián (al que parece que dejó san Roque en segundo lugar como patrón de la peste) y luego un altar hecho por los catalanes de la ciudad en el siglo XVIII, con la Virgen de Montserrat y un fondo en relieve que imita la montaña. Encima aparece Santiago, en un intento de aunar aunar esos dos amores (Santiago, entonces, era bastante cosmopolita, con una parroquia también para extranjeros y vascos).
Buscaba ayer fotos para que os hiciérais una mínima idea, pero nada. La suerte es que encontré una página en la que se pueden ver imágenes que giran 36o grados (y en todas las direcciones) de lugares de la ciudad (en este plano están todas; sólo hace falta instalar Quicktime). De la calle de san Roque hay tres: una en la que se ve la fachada del antiguo hospital y la capilla y otra en el otro extremo, al lado de donde vivo, en la que se ve la increíble fachada de santa Clara (también de Simón Rodríguez) y los olmos de los que tanto he hablado (si giráis hacia el cielo, podéis verlos junto al cilindro). Luego hay una imagen aparte para el convento del Carmen.
Y podéis echarle un vistazo a Platerías, o al Obradoiro o a la Quintana.
Y así no me canso nada en buscar palabras para explicarlo: ante la imagen, la descripción sobra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario