domingo, 6 de abril de 2008

Sábado

A última hora de la mañana, por Conxo. Mientras esperaba, como no pude entrar a ver el Cristo otra vez, me fijé en la portada del monasterio, de Simón Rodríguez, barroco de placas del bueno (pero ni una foto en la red, oiga, y un buen rato buscando).
Parece como que ya hubiese previsto que el monasterio acabaría en Psiquiátrico, porque la fachada es desequilibrante (y perdón por el chiste), barroco de placas y con cilindros en lugar de capiteles, que parece que todo va a dar al suelo en minutos.
Y qué bien al solecito; entré en el cementerio, que nunca viene mal; entré en el centro sociocultural, que conmemoraba el banquete de Conxo (estuvo Pondal, el padre del infame Himno) y salí corriendo, porque vi que había programados a esa hora ensayos de gaita.
Y por la tarde, de paseo a la Feria del Libro, me crucé con invitados de (otra) boda en san Martín Pinario: de medio pelo, pero la novia, muy guapa, como siempre. En la feria -cuatro casetas mal puestas- vi los libros que han ganado el premio de la crítica de este año: en poesía en gallego, el libro de una profesora de mi Facultad (¡enhorabuena!) y en prosa una novela de Luis Rei Núñez, editor de la poesía completa de Luis Pimentel. Qué bien.
Y por la noche vimos Once (Una vez), película irlandesa que es como un buen cuento, una pequeña película con canciones que disfruté mucho y que os recomiendo.

5 comentarios:

  1. Por cerrar un capítulo, aquí tenéis el que se supone que es el mensaje definitivo de despedida del troll:
    "Te creí­a un tipo inteligente, bien educado. Pero después de un tiempo siguiendo tu blog, me parece que no eres otra cosa que un borreguito, un tonto -en definitiva- que dice/escribe cosas previsibles (hasta tu estilo à la Trapiello te delata).
    Ah, que sepas que AT te detesta desde tus intervenciones en aquel foro fenecido. Me consta, claro.
    Adiós, esclavo de tu secta."
    Lo pongo para que escarmentéis en cabeza ajena: este es el troll de buen rollo, hasta que le di con la puerta en las narices, que mezcla 'alabanzas' tasadas: ("te creí­a un tipo inteligente") con ataques que pretenden herir: 1. 'tonto'; 2. 'esclavo de tu secta'; 3. 'previsible'.
    Este último es un ataque continuación de otro correo en el que me decía que yo imitaba a Trapiello; le contesté que me parecía un elogio, así que ahora afirma que T. me detesta (y por si no me lo acabo de creer, pone eso de 'me consta, claro').
    Bueno, Troll, espero que encuentres algún hueco donde dejar tu trollshit, algún alma cándida que sea más paciente que yo. Al menos te alegrará ver tu último mensaje publicado, digo yo.

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  2. Un memo de troll, y mira que parecía majete, venga a dar gracias y abrazos.

    Cambiando de asunto, la cosa es que si sabes ya algo de lo del otro día, o para cuando te dirán.

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  3. Compostela! Desde el Sur se aprecian más las grandezas de esta pequeña entrada. Hace tiempo que no te visitaba y no sé quién será el troll... pero menudo portazo que se ha llevado el colega... Un saludo.

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  4. Gracias, cb: no, en principio va todo bien, no es que esté esperando nada, sólo que no sé si tendré que hacer más pruebas o basta con las que he hecho.

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  5. Menos mal que los trolls no existen en la vida real®, sería bastante embarazoso aguantar sus comentarios todo el rato, ahí, detrás.

    Por cierto, tengo pendientes unos comentarios de Risco sobre los mitos gallegos, cuando tenga tiempo, un año de estos.

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