viernes, 21 de marzo de 2008

Nisi te, Domine

Me he acordado del Media vita al ver la foto de una pintada en Granada que enlazan en Microsiervos hoy:



El Media Vita es un Himno de Adviento (aquí lo podéis oír: archivo mp3), pero no está fuera de lugar un Viernes Santo:
Media vita, in morte sumus.
Quem quaerimus adiutorem nisi te, Domine?
En mitad de la vida, estamos muertos.
¿A quién tenemos para ayudarnos salvo a ti, Señor?

Mucho más propio del Viernes Santo es el Stabat mater: una gran versión aquí.
Y ahí está la Resurrección, al fondo: vía este gran blog, un artículo muy interesante de Slate sobre los primeros cristianos, el cuerpo y la resurrección.

4 comentarios:

  1. Desde pequeño me fascina, hasta la hipnosis, el "Stabat Mater" de Pergolesi.

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  2. a mí también, troll no sé cuantito, hasta la hipnosis. Eso sólo pudo componerlo alguien como él, con veintiseis años, lleno de fuerza y talento, y sabiendo que le quedaban pocos meses de vida. La pena del Vidit suum dulcem Natum es insoportable. Sin el Eja Mater del aria que le sigue no podrías volver a respirar.

    Gracias por los enlaces, ARP, impresionante y muy a propósito el Media Vita.

    No consigo enlazar en un comentario, pero quizá os gustarían estas arias de La Pasión según San Mateo, con K.Richter, que se pueden encontrar así en youtube:
    Bach:Können Tränen meiner Wangen.Richter/Hamari.
    Bach:Erbarme dich.Richter/Hamari.
    Bach: Gebt mir meinem Jesum wieder.Richter/Berry

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  3. Ya que lo francés hace presencia en el post anterior y la música lo hace por doquier, os recomendaré un "Stabat Mater" distinto: el de Francis Poulenc. Poulenc, católico convencido pero complicado (no tanto como Mauriac), hizo un Stabat aparentemente ingenuo, con el latín acentuado a la francesa. Frente a los cuadros barrocos intensos y oscuros que Pergolesi evoca, Poulenc presenta colores vivos y planos como si de un icono ortodoxo se tratara.

    Permitidme criticaros vuestro gusto pasional. No por Bach, sino por Richter, Karajan, etc. Cierto es que son de lo mejor en el lado más majestuoso (grandilocuente) del Bach solemnizado -aunque buscad a Jochum y maravillaos-, pero la Pasión queda convertida en un retablo estático. Kuijken o Harnoncourt, con puntos de vista muy distintos, se centran en el drama y plantean otra experiencia de la Pasión, que parece estar ocurriendo en el momento en vez de ser evocada en pintura.

    Javier

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