sábado, 22 de marzo de 2008

Procesión desde Bonaval

Un Cristo yacente pequeño, la Virgen con mantilla regalo de Isabel II, los cofrades con irreprochable frac.
Fue de ver un gran milagro de la Virgen -y que quede aquí constancia para los anales-: por especial providencia de Dios ni la cabeza de la imagen ni siquiera la corona se dieron con el dintel, aunque la sacaron como de lado, a trompicones; en ese momento angustioso, más que andar, la imagen parecía que cojeaba o que se encogía para evitar el coscorrón. Bien, lo que perdemos en finura y repelú en Santiago lo ganamos en no tener tentaciones de ser capillitas (y a mí me sale una entrada castiza cuando querría que fuera sublime).
Salimos detrás nosotros y el cielo con nubes oscuras estaba entre Ortiz-Echagüe y Solana: la España Cifesa o la España negra.

2 comentarios:

  1. No conocía a Ortiz-Echagüe, mira que soy burro. Buscando información encontré este blog en el que también explican la técnica que empleaba, el carbón-fresson.

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  2. Precioso apunte, casi trapiellesco. Siempre es un placer leerte.

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