miércoles, 13 de febrero de 2008

Valentía

Salía ayer por la tarde de la Facultad; mientras exploraba el hueco de la muela, le daba vueltas a si merecía la pena hablar aquí del ataque de la gentuza independentista a María san Gil, por no darles publicidad. Pero sí, merece la pena; la verdad siempre merece la pena.
María san Gil es una mujer a la que admiro mucho; además de la simpatía por coincidencias vitales -misma edad, mismos estudios, mismo 2007 con cáncer-, es un modelo para mí de valentía, de dar la cara superando el miedo en el País Vasco.
Mientras yo arrastraba los pies camino del dentista, ella sonreía ante los ataques de unos canallas a los que todavía se quiere considerar pocos o inofensivos. Son gentuza y son un peligro y también son el resultado del bullshit nacionalista (el poema de Juaristi).
Bajaba las escaleras hacia el Burgo: los estorninos me hicieron una demostración de vuelo acrobático (¡y no sabían, como en el poema de Szymborska, qué espacio aéreo estaban recorriendo!). Yo me paré a disfrutarlo: no me daba cuenta -lo he visto hoy- de que detrás tenía la pintada de los cachorros del Bloque (Estudamos para liberar Galiza) y al otro lado la de la gentuza independentista (O galego ou é galego-português ou é galego-castelhano, profundísima frase del tontodelculo de Carvalho Calero).
Pero ayer el sol se ponía, avergonzado del espectáculo, dejando en el borde del círculo de la tierra unos tonos rosados maravillosos.
Y María san Gil salió por la puerta de delante, sonriendo, aunque le habían ofrecido la de atrás.

15 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por la pedazo de entrada de hoy. Qué pena de país. Qué error en el diagnóstico, sin embargo, si considerásemos que son pocos y cobardes los que han cometido semejante vileza con una de las personas más dignas de nuestra vida pública. Serían pocos (alrededor de una treintena), pero no son aislados. Son un producto de la cultura dominante. En la misma línea sitúo a José Luis Cuerda, y el grupo de "artistas" que han firmado un manifiesto a favor de ZP, llamando "turba" a los 10 millones de españoles que han votado al PP: a eso le llamo sembrar odio y rencor entre españoles. Esos son los demócratas, los tolerantes, los que contemplan la realidad desde la atalaya de la infalibilidad y la altura moral que da el ser "de izquierdas". Por favor, no les vendría mal ver "La vida de los otros" y cómo se las gastaba el Partido Comunista alemán con los disidentes, para no sacar tanto pecho.

    Creo, definitivamente, que si gana ZP me iré una temporada. Será el "exilio interior", como dicen los cursis.

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  2. Por cierto, que veo los ecos de Flannery O'Connor en tu entrada de hoy. La puesta de sol me ha traído a la memoria el final de "Un templo del Espíritu Santo" con ese sol eucarístico...

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  3. Sí, ese sol del cuento de Flannery es impresionante, ¿no?

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  4. Grandísimo post.

    Una lástima que hayas tenido que escribirlo.

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  5. Aprovecho esta entrada-elogio a María San Gil (que comparto) para plantear[me] un par de dudas. Al parecer se impone el escribir en minúsculas las iniciales de las palabras san, santa y santo, cuando anteceden al nombre: san Antonio, etc. A mí no me gusta, me choca visualmente (por costumbre) y de alguna forma entiendo que san o santa pueden considerarse parte del nombre propio. No sé si la Real Academia ha dictado algo y si hay que hacerle caso. Pero en el apellido de María San Gil, San es el comienzo del apellido y debe ir en mayúscula su primera letra ¿no? Disculpa que me aparte de los asuntos tan importantes que tratas en tu entrada, pero pasaba el tren, estaba en marcha, y...

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  6. Bueno, de hecho he cambiado varias veces, de mayúscula primero a minúscula, pero con dudas. A mí me pega mal San con mayúscula, pero no sé en un apellido.

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  7. Voy a intentar explicar lo que pienso, a pesar de correr el riesgo de que me caiga el sambenito de «progre periférico».

    Sí, es increíble ver como alguien grita «fascista» a una persona a la que se le impide celebrar un acto; la verdad es que no conozco a María San Gil, ni tengo una idea clara de su pensamiento, pero lo que tengo claro es que no tiene nada que ver con Mussolini. Y evidentemente, nadie merece ser tratado así.

    Ahora bien: ¿no creéis que la responsabilidad de este «clima» es bastante más amplia? Han pasado cosas similares en otras manifestaciones de distinto signo, ¿no?

    Por otra parte, me da miedo pensar que lo que planteo pueda implicar un mirar a otro lado. No es eso.

    Hoy he leído un artículo del profesor Gianni Vattimo en el que explicaba sus razones para boicotear al Estado de Israel. Discutiéndolo, alguien me dijo que le parecía muy acertada la idea de Vattimo sobre la «industria del Holocausto»: esta persona creía que el «episodio» del holocausto era usado por Israel como un arma que le eximía de sus responsabilidades. Le llamó «episodio» al exterminio de varios millones de judíos.

    Al final, la razón sí que produce monstruos.

    ¡Perdón por la perorata inconexa!

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  8. Juanjo, prefiero no entrar a plantearme cuestiones de culpas; el hecho concreto es que la gentuza de Agir haría lo mismo de todos modos, antes o después; al menos esa es mi experiencia en Santiago en estos ocho años, con todo tipo de gobiernos locales y nacionales: sus delirios vienen de lejos y ya los conocemos.
    Por otra parte, el artículo de Vattimo me parece bastante penoso.

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  9. Tienes razón, si empezamos a pensar en culpas entramos en una espiral sin fin. Así que será mejor centrarse en lo que está bien o mal, lo demás puede ser una trampa.

    De lo de Vattimo: ¿no te sorprendió lo que dice sobre lo de La Sapienza viniendo de un filósofo que se dice cristiano?

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  10. Desde luego, Arp, merece la pena. Muchas gracias.

    Sobre el clima de tensión y la responsabilidad, habría que preguntarse qui prodest?

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  11. Gracias, Ángel, gracias. La verdad es que tiene que ser duro tener que cruzarte con seres así, con los que tienes que compartir aires. Seguro que no es el mismo aire del que hablaba Rilke en Orfeo.
    La catarsis (la de verdad) nos llega gracias a gente como María San Gil, como Ángel Ruiz, incluso en el artículo de hoy de Antonio Burgos en Abc y su receta para el 7de marzo: entonar el "Perdona a tu pueblo, Señor, que es capaz de sacar a estos tíos otra vez, y por mayoría absoluta, después de todo lo que..." Un abrazo. Gracias.

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  12. No suelo comentar nada que no sea de arte pero después de sentir la pena y verguenza tan grande después de ver el telediario anoche: Ojalá no los echen sólo de la universidad (que ya veremos...), también de Compostela:

    -por nacionalistas españoles radicales (copian la estética, el discurso y los métodos mediocres de otras organizaciones de la misma índole de otras partes de España, clavado, no son nada originales)

    - por ser negados para la estética y empeñarse en hacer carteles tan malos y poco atractivos.

    - por tapar con esas cutrefotocopias que nadie lee los carteles de conciertos y funciones de teatro en Compos en la facultad de Historia (aunque supongo que es lo suyo).

    - por creerse los dueños del gallego y al mismo tiempo hablar otra cosa rara.

    - por ir de machotes violentos.

    (Me irrita profundamente el bloqueo sistemático e insolidario del pp y san Gil a cualquier iniciativa del Psoe en el tema vasco, pero eso, es política, y democracia. La culpa de la violencia de ayer es de Agir y punto. Verónica y Juanjo dejaos de "climas" y responsabilidades ajenas. Opiniones, acusaciones, incluso crispación, también es democracia, los "peros" al final de las condenas son mezquinos)

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  13. Andrés, francamente tu entrada no la he entendido. La culpa de lo que pasó con San Gil la tienen, está claro, los cafres que la insultaron y hasta casi agredieron. Lo que yo quise decir que esos bestias son hijos del odio, y ese odio lo están sembrando no sólo ellos sino en general la Izquierda, soberbia y excluyente y autocomplaciente con su propio pasado. Yendo más allá de la anécdota, hay que indagar el por qué de las causas de este episodio, y me atrevo a llegar a esa conclusión. Los hijos del odio que vimos por la Tv son los nietos del mayo del 68 francés, de los Sartre y Simone de Beauvoir, etc. con su apoyo sin ambages al Partido Comunista de Stalin. A los progres de izquierdas se les perdona todo, esto es así, se ponga uno como se ponga. Ahora todos lamentan lo de María San Gil, pero si muchos de los que ahora se llevan las manos a la cabeza han fomentado ese odio, ese enfrentamiento... Pero si el PSOE ha pactado con gente como Ezquerra y el BNG, ¿ahora se extrañan de esto? Qué vergüenza, cuánta hipocresía.

    El otro día decía ZP en un mitin: "¡Estamos hartos de la derecha!". La verdad es que choca que quien se encuentra en el Gobierno se queje de la oposición, cuando lo único que ésta hace es ejercer su papel de control del Ejecutivo, y de crítica y discrepancia de éste, reconocido por la Constitución. Esa queja de ZP me parece sumamente significativa del verdadero "talante" del personaje: lo que le gustaría a él es que el PP desapareciera, que nadie le afeara la conducta, que pudiera hacer y deshacer sin que nadie le dijera nada. Acabáramos: eso es democracia para el Partido Socialista.

    Y lo de los "artistas", no merece ni comentario. Que apoyen a quien quieran, pero que no insulten, y que tomen nota de su tan denostado Estados Unidos, donde los actores y escritores manifiestan libremente sus preferencias sin caer -en general- en zaherir ni menospreciar al contrario. Lo bueno es que ahora ya sabemos quién es quién.

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  14. Me alegra que, a pesar del desgraciado incidente, María San Gil saliera por la puerta delantera y sonriendo.

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